


Una vez más, gracias a vosotros que de forma altruista y haciendo uso de vuestro esfuerzo y tiempo lográsteis que el aficionado eibarrés, el guipuzcoano y el que nos visitó desde otros lugares pudiera presenciar una corrida de toros íntegra, de las que sin duda dignifican a la fiesta.
Curiosamente, este comentario aparece en un post de la época de La Coctelera, que titulé Con un par, y en el que se destapa el atropello sufrido por la periodista Leticia Ortiz en la pasada feria de Roa de Duero (Burgos) a manos de un empresario llamado Zarzalejos, ante quien nuestra amiga plantó cara, y se la jugó, precisamente por luchar por la independencia informativa en una clara defensa de la integridad de la fiesta frente a los mafiosos métodos que acostumbran a usar muchos taurinos. Y mirad por dónde, aquí entra también La Condesa de Estraza, uno de los múltiples y variados nicks de esta individua, supongo que por aquello de darle más variedad al tema.
Claro que Leti no se había posicionado entonces, no había en ese momento motivo para ello, dando su opinión en la agría polémica que mantuvimos la arriba mencionada y quien esto suscribe, casualmente, a raíz de negarme a seguir sus dictados. Como, de igual manera, tampoco se había pronunciado nuestra querida amiga burgalesa a favor de Opsen o Pedro García Macías cuando un indeseable lanzó toda clase de calumnias y difamaciones sobre ellos. De forma que este sujeto entró en el blog Políticamente incorrecto y en el post en que Ghosty daba su versión sobre el incidente de Roa, y que titulaba Mafiosos Taurinos, S.A., y dejó utilizando uno de sus, también, múltiples y variados seudónimos (¿será que en las cabezas mal amuebladas puede llegar a primar de tal forma semejante desdoblamiento de personalidad, o tal vez que su falta de sinceridad es tanta que les da vergüenza utilizar la verdadera?), el siguiente comentario:
Es tremendamente significativo que ahora a Leticia Ortiz, utilizando siempre la mentira la difamación y la calumnia, se le esté crucificando y acusando justamente de lo contrario que estos dos sujetos defendieron en su día y que queda plasmado nítidamente en estos comentarios. Entonces no se conocían entre ellos y no habían unido sus fuerzas para arremeter, importándoles un pepino las consecuencias que ello pueda acarrear, contra gente honesta que, simplemente, no ha accedido a sus deseos, ha dejado de bailarles el agua o les ha llevado la contraria en un momento puntual. ¿Qué credibilidad pueden tener estos grotescos personajes de cambiante opinión que, en función del subjetivismo, de las circunstancias, de que se sientan o no agraviados, o hayan sido contrariados por alguien que no se pliega a sus interese, hacen que todo se transforme como por arte de magia y exista un antes y un después a esos hechos y comiencen a llamar negro a aquello a lo que llamaban blanco?. La respuesta es clarísima, y resulta patética y demoledora, así que pongamos las cartas boca arriba y, aunque ahora es posible que sean capaces de negar lo que escribieron en su día, deben saber pese a su analfabetismo, informáticamnente hablando y no soy yo quien lo digo sino que lo reconocen ellos mimos, que cuando se hacen comentarios en un blog quedan una serie de rastros absolutamente irrefutables que acreditan de forma inequívoca la identidad de quien los realiza. Y hay bastante más y para todos los gustos y colores, por lo que tampoco supondrá ningún esfuerzo el seguir tirando de la manta. En breve publicaremos una segunda entrega, porque estos inmorales carentes de la más mínima ética, no van a ser los únicos que no se van a ir, finalmente, de rositas.
Será un éxito, de culquier manera, que habrá que anotar en el haber de la Comisión Taurina de Eíbar, con el amigo Eneko Andueza a la cabeza, en su apuesta por organizar una corrida seria en la que se conjugan el gusto del aficionado, una ganadería de las consideradas no comerciales y a la que no se apuntan las figuritas del momento, con el atractivo del tirón popular del caballero estellés, máxima figura del toreo a caballo en la actualidad, y el aliciente de poder ver después de dos décadas ausente de nuestra provincia a un lidiador de la categoría de Esplá, avezado en las lides de enfrentarse al toro íntegro y de verdad, del que siempre se espera que desempolve esa añeja tauromaquia que ha ido atesorando a lo largo de sus más de treinta años de compromiso con la fiesta auténtica. Junto a ellos un Iván Fandiño, que ya ha demostrado en Illumbe y en Vista Alegre, ante Victorinos, ser un torero de los que no vuelve la cara y que algo tiene que decir en los ruedos, si le dejan, ante tanto mediocre y pegapases al uso. Toros y toreros, en principio, que es lo mínimo que se debe pedir cuando se acude a un coso taurino. Luego, ya veremos qué ocurre; pero éso es impredecible y, por tanto, uno de los encantos y de los alicientes de esta maravillosa fiesta y no lo podremos contar hasta el final de la corrida. En la plaza de la villa armera estaremos esta tarde para contaros, lo mejor que sepamos, todo lo que allí acontezca.
Pero, independientemente, de exageraciones o no a la hora de calificar sus accidentes laborales, lo que sí debe ser motivo de reflexión es la impericia del torero para tratar de evitarlos en el ruedo. Si entendemos por torear, entre otras cosas, el que un hombre burle las acometidas de un toro utilizando unos trastos adecuados a tal fin, y aplicando una técnica que le propicie de una forma, más o menos artística, el conseguir salvar esa integridad física a la que nos referimos más arriba, habrá que convenir dadas las circunstancias y constatando lo acontecido desde que El Mesías de Galapagar volvió a los ruedos el pasado junio en Barcelona que este hombre no sabe torear. No somos, ni mucho menos, los primeros en decirlo, fue hace ya mucho tiempo el maestro Alfonso Navalón quien lo advirtió, y así lo dejó plasmado en un acertado artículo, como todos los suyos. Nosotros, simplemente, nos limitamos en este blog a recordarlo.