lunes, 30 de junio de 2008

ACUSE DE RECIBO

José Carlos Fernández-Villaverde, presidente de la Asociación El Toro de Madrid, me hace llegar el libro Las Ventas Temporada 2007, crónicas de la temporada escritas por los aficionados. Es el cuarto año que ve la luz una publicación en la que diversos aficionados de reconocido prestigio van alternándose en los diversos festejos que componen el año taurino de La Monumental para, con absoluta independencia, contar lo sucedido tarde tras tarde en el albero de la plaza más importante del mundo. Nombres como los de José Ricardo Carrasco, Jesús Delgado, Luis Esteban, Yolanda Fernández-Cuesta, Alberto Herrero, Manuel Martínez, Joaquín Monfil, Javier Salamanca, Alberto Tapiador, Jesús Tejedor y el propio Pepe Carlos, se asoman a sus páginas para ir desgranando desde su particular visión de la fiesta, donde prima ante todo su principal protagonista: el toro, sus opiniones festejo a festejo, sin mordazas, ni intereses creados, y con la principal premisa de contar la verdad, su verdad, de lo acontecido. Doble agradecimiento, primero por la deferencia de haberme hecho destinatario de uno de los ejemplares de edición reducida de la publicación y segundo por darme la oportunidad de disfrutar del libro. Al final, dos apéndices, uno a modo de balance, en este caso negativo, de la temporada 2007 y otro en el que se resume la tertulia con Rafaelillo. De esta última página me queda con la respuesta que le dio el diestro murciano a ese pedazo de aficionado, Faustino Herranz, con quien tuvimos el placer Marcelo Fortín, Juan Luis Rovira y quien ésto suscribe de compartir un buen rato tras la corrida de Cuadri del pasado San Isidro. Y es que cuando el bueno de Rosco le preguntó por qué la mayoría de los toreros no se van a parar al centro del ruedo a los toros que salen huidizos y abantos, la contestación de Rafael Rubio no pudo ser más contundente, a la vez que pletórica de sentido del humor y fina ironía: “¡Es que para llegar al centro de Las Ventas hay mucha cuesta!”.

sábado, 28 de junio de 2008

E-MAIL DE LUIS PICAZO

Luis Picazo Montoto, Lupimón, al que conocéis sobradamente en la blogosfera taurina por sus siempre prudentes y atinados comentarios, sus artículos en El Chofre y en diversos medios y foros de la capital, aficionado cabal, buen amigo, persona recta y de indudable honestidad, me envía un E-mail con el siguiente texto:

"José Tomás no es precisamente el torero del momento actual que más me guste, ¡no! y todos sabéis que le he dado bastante caña en comentarios de los post, pero, últimamente he visto que, desde su triunfo en Madrid, y digo triunfo aunque a algunos os pueda (o nos pueda) parecer inmerecido, injustificado, exagerado o lo que sea, se le está tratando de forma injusta y como único responsable de la penosa situación actual de la fiesta, y parece que de la futura, que, ¡por supuesto! va a ser peor.

Podrá estarse más o menos de acuerdo en su forma de torear, podrá gustar más o menos la misma, podrá criticársele, yo el primero, por todo lo que ha hecho y seguirá haciendo por provincias, pero por las dos tardes de Madrid, creo que merece un respeto. A juzgar por lo que todos opináis de éstas, es posible que yo esté equivocado, pero, aunque no digo que me sedujera y de hecho hubo en todo el coñazo del serial bastantes cosas que me gustaron mucho más, en mi opinión, insisto, pasó la prueba con toda dignidad.

Algo por lo que más se le critica, son los toros que mata, pero nos olvidamos que cuando nacieron y se criaron los mismos, él estaba retirado y nadie sabía (creo que ni él mismo) que iba a volver, por lo que no se encargaron a su medida; los destinatarios eran otros, el resto del escalafón. Al menos en este aspecto, repartamos las culpas.

No he incluido comentarios en los blogs para que, entre nosotros, que supongo que nos guía el mismo espíritu de lucha contra el fraude y defensa de la autenticidad, no haya discrepancias (es lo que quieren los taurinos) y sigamos todos remando en la misma dirección.

Como yo, ante todo y para no dejar de ser yo, soy fiel conmigo mismo, aunque a veces no debiera y me ahorraría malos tragos, y como creo que se le está juzgando mal por estas actuaciones, he escrito el artículo que podéis ver en
http://www.opinionytoros.com/tribuna.php?Id=450

Mi mujer, que prácticamente se había apartado de los toros dada la situación actual, tuvo la debilidad de ir a verlo y también decidió escribir algo, "Un verbo para un torero"; está en
http://paspespuyas.com/comunidad/index.php/latienta/2008/06/17/p2295#more2295

En cualquier caso espero que en el futuro todos sigamos en nuestra particular batalla contra el taurinismo, nos guste o no José Tomás
Un abrazo, Lupimon"



He dudado si publicarlo o no sin su permiso y, al final, he optado por colgarlo en el presente post, esperando que Luis no se enfade por ello. Porque en estos momentos delicados que atraviesa la fiesta pienso que es positivo y un auténtico ejercicio de higiene mental que, matices al margen en los que siempre se puede dar alguna discrepancia, posturas como las de Lupimón que parten siempre de la honradez y el amor por la fiesta Íntegra, Justa y Auténtica, de la que no me cabe la menor duda sigue haciendo inquebrantablemente su bandera, deben ver la luz y poner un punto de cordura en este revuelto, y a veces convulso, estado en el que están las cosas. Muchas gracias, amigo mío, y disculpa mi atrevimiento que, en ningún caso, ha querido ser un atropello

viernes, 27 de junio de 2008

MIRA QUIÉN FUE A HABLAR

Entre una de las múltiples y variadas fijaciones obsesivas, propias de su precario estado mental, nos encontramos la que le ha movido a acusar en repetidas ocasiones a un honrado y cabal aficionado de , aprovechándose de conocer a algún determinado ganadero, afanarse en obtener beneficio revendiendo las localidades que éste le podía facilitar para ciertas corridas. Ha quedado claro que, lejos de dedicarse a esta actividad, este caballero lo que ha hecho ha sido tomarse la molestia de gestionar en la medida de sus posibilidades la consecución de alguna entrada a gente conocida, con dificultades para conseguirla, sin obtener a cambio ganancia alguna. No se han podido acreditar, tal y como pretendía este perturbado y quienes lo secundan, ninguna de las falaces insinuaciones realizadas por él en diversos lugares de la red; más bien, al contrario, esas difamaciones han sido rotundamente desmentidas por la persona a la que, con malas artes, quisieron liar y utilizaron como supuesto testigo de algo que, evidentemente, jamás había sucedido. Y no se han podido acreditar porque, siendo mentira, nadie puede corroborar en primera, en segunda, o en tercera persona, unas insinuaciones producto de la insidia y de buscar el hacer daño y tratar de desprestigiar gratuitamente a nadie.

Sin embargo, he aquí que en el blog de otro aficionado, solvente y digno de todo crédito, le recuerdan por medio de un post titulado Cualquiera se despista aquí que, con cierta propiedad, de él si se puede decir lo mismo que trató de insinuar con embustes de otros:

“En algún sitio le he leído que regaló su entrada para la corrida de Morante en las Ventas. Pues no señor la revendió, por dos bocadillos de jamón de Jabugo, una botella de rioja reserva, una botella de J&B y todo esto le fuera llevado y entregado en la habitación del hostal donde se alojaba. Todo por que como se había emborrachado el día anterior sus piernas, ni su cabeza, le permitían levantarse. Los abusos le tienen muy decrépito. Y éso, que revendió la localidad pues si contamos el valor de la mercancía y el taxi de llevarlo hasta su hostal la suma cuadruplicó con mucho el valor de dicha localidad.”

Cierto que quien adquirió aquella entrada podía haberse ahorrado un dinero, sustituyendo el Jabugo por Choped, cambiando el Rioja por un vino pedorrero y peleón y enviando en vez de J&B cualquier aguarrás de garrafa, porque este fulano ha dado fehacientes muestras de que el problema que padece está agravado por verse, además, asociado a una oligofrenia severa y porque este parásito, que parece haya agotado las escasísimas luces que la naturaleza le dio para conseguir, como todos los de su calaña, vivir o malvivir sin ningún rubor -para tenerlo hay que poseer un mínimo de vergüenza y dignidad- a costa de la sociedad, lo más probable es que no hubiera sido capaz de distinguir entre unos productos y otros. Lo mismo que no distingue entre realidad y ficción, distorsiona y no contextualiza las cosas en función de sus delirios, es proclive a negar evidencias, o se inventa grotescas historias e imagina formidables confabulaciones partiendo de una broma de otros. Mira quién fue a hablar; como casi siempre, el que más tiene por qué callar. Y es que ya se sabe: cree el ladrón que todos son de su condición.

martes, 24 de junio de 2008

Y DE PRONTO, LA TRAGEDIA

Sin anunciarse, sin campañas de marketing histéricas, sin que nadie la busque o la provoque de boquilla. Porque está dentro de la grandeza de la fiesta y va consigo desde el principio de sus tiempos. Cuando menos se espera, incluso cuando no se espera de ninguna manera, surge, porque en un juego donde la vida y la muerte son ejes y elementos esenciales y protagonistas del mismo viene a ser lo normal y pese a querer disfrazarlo, cada vez más, tratando de humanizarlo y de orillar el riesgo, a veces, inevitablemente, aparece como un chispazo, como una descarga eléctrica seca, que nos hace recordar la naturaleza de este espectáculo, de una fiesta que, a pesar de todo, en algunas ocasiones termina en tragedia y que, en situaciones extremas, puede llegar a cambiar el divertimento por la pena, convertir los pasodobles en requiems y teñir las luces brillantes en el más riguroso de los lutos.

Ayer sucedió en Torrejón y su protagonista, un hombre humilde de los muchos que viven su vida en el mundo del toro, alguien que habitualmente no sale en los medios, de los que muchos que acuden a una plaza de toros generalmente ignoran su nombre, Adrián Gómez, vio truncada una trayectoria en la que, sin alharacas, comenzaba a vislumbrar una pequeña salida a la luz de un túnel para muchos eterno. Y es que como ocurrió con Nimeño, como con Julio Robles, aunque su existencia no se ha cortado por completo, sí se ha roto para siempre su vida. Quizá, como muchos, quiera seguir agarrándose a un clavo ardiendo pero lo más probable es que puestos a elegir hubiera preferido seguir el camino que en su día emprendieron, Montoliú, El Campeño, Yiyo, Paquirri, por citar a los últimos, y tantos otros que pagaron el tributo que de tarde en tarde se cobra la fiesta. Tal vez, le hubiese gustado que algún intelectual le dijese algo parecido a lo que le espetó Valle-Inclán a Belmonte y haber podido responder lo mismo: se hará lo que se puea.
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Fotografías: Verónica Domínguez

lunes, 23 de junio de 2008

A VECES...

A veces, no se sabe por qué, te vienen a la memoria letras de canciones, estribillos, retazos de algo que has ido olvidando y que, de pronto, vuelves a recordar. No sé si nos ocurre a todos y tampoco me interesa demasiado el saberlo. A mí. últimamente, me viene cada dos por tres a la cabeza este estribillo de una canción de José Luis Perales que interpretó hace mogollón de tiempo el grupo Mocedades. No me explicó muy bien la razón, pero seguro que alguna habrá:

Y los muchachos del barrio le llamaban loca,
y unos hombres vestidos de blanco le dijeron ven;
y ella gritó no señor, ya lo ven, yo no estoy loca:
estuve loca ayer pero fue por amor.
Y los muchachos del barrio le llamaban loca...



Y es que, a veces...

jueves, 19 de junio de 2008

"EL CANDELABRO"

Aunque se lo he hecho llegar por E-mail personalmente quiero, ya que tiene los comentarios cerrados en su post, adherirme de forma pública a lo editado por Vicente Sánchez-López y, al mismo tiempo, solidarizarme con Pepe Carlos Fernández-Villaverde, Juan Pelegrín y Martín Ruiz Gárate. ¡Demencial!, se me ocurre como calificativo al repugnante artículo publicado en un periódico salmantino por la pobre aristócrata frustrada, todavía no sé si más estúpida que ingenua o viceversa, que se creyó que iba a llegar a condesa consorte y se quedó con las ganas teniendo que conformarse con autoadjudicarse un patético título de ciencia-ficción. No deja, claro está, de ser una demostración más que las obsesiones enfermizas por un determinado torero y los delirios de grandeza pueden conducir al más enorme de los ridículos. Pero hoy no terminan ahí las cosas; suele haber días que cierta gentuza, sobre todo si miente deliberadamente, con el fin de hacer daño, y urde tramas que no hay por donde pillarlas, no está para nada. El intento de desprestigio a otros honrados aficionados, inventando toda suerte de patrañas, que se orquestó en los blogs de estos dos ejemplares ciudadanos se ha visto recompensado con un bofetón en mitad de sus jetas, en forma de un rotundo mentís a sus embustes, por parte de alguien que, discrepancias al margen y algún enfrentamiento cuasi personal que haya podido tener con él en su momento, justo es reconocer -y así lo hago públicamente- se ha comportado como un auténtico caballero y no ha consentido que lo manipulen, tal y como pretendían este par de sinvergüenzas, poniendo simplemente la verdad por delante, lo cual con determinados fulanos suele ser equivalente, como en este caso, a dejarles llana y sencillamente con el culo al aire. El que juega con fuego se quema y, al final, a esta pareja de impresentables va a terminar por quemarles, bastante más de lo que ellos creen, “el candelabro” al que hace referencia “Bastonito” en su post de ayer en Taurofilia .

martes, 17 de junio de 2008

DESCONSIDERADOS Y DESAPRENSIVOS

Me refiero con este título a Cartuchero de Puerto de San Lorenzo y a Caribello de Cortés, segundo hierro de El Torero. Desconsiderados y desaprensivos no porque estuvieran justitos de trapío y el primero fuese manso pregonado y el segundo descastado y bobalicón, como toda la corrida, sino por maltratar de la forma que lo hicieron al protagonista de la fiesta. Claro que, en su descargo, habrá que decir que ellos tal vez se esperaban otra cosa. Quizá habían oído en la dehesa que los seleccionaban para ser lidiados por la máxima figura de entre todos los toreros y pensaron que en frente iban a tener a alguien que dominase la técnica del toreo, los parase, templase y mandase como dictan los cánones, cargase la suerte, citase en el sitio, los enganchase delante y los remates atrás, en una palabra que fuese capaz de poderlos, someterlos y estar por encima de ellos. Al encontrarse con que nada de esto ocurría, más bien lo contrario, y habiéndose enterado tras el desembarque que no sólo sus orejas pendían de un hilo, sino que había muchas posibilidades de que llegasen sin el rabo al desolladero, puede ser que se cabreasen y decidiesen no ser todo lo complacientes y amables como los que los mandaron traer de encargo pensaron en un primer momento. A un comentario de Vicente Albaserrada en el post del pasado día 4 le respondía: Buena sugerencia Vicente. ¿Ante que feroces bóvidos presentará mañanana El Mesías su numerito?. ¿Esta vez se decantará más por el lado Tancredo u obsequiará a la plebe aplaudidora mostrando la faceta del Ecce Homo?. ¿Mezclará sabiamente ambas cosas?. Está claro por los vídeos colgados por Rosa Jiménez Cano y lo léido a algunos bloggers absolutamente fiables que a esta segunda actuación vino claramente a montar el número del Ecce Homo.

De los bloggers entresaco estos párrafos de Joaquín Monfil en el foro de Taurofilia en su crónica titulada El nuevo Cordobés es de Galapagar, la cual podéis leer completa pinchando en el enlace que va encima del título:

"Hoy este valiente (o más bien temerario) pero torpe torero fue cogido cuatro veces y en las dos primeras no pasó nada. En la primera, en un quite, se cayó él solo en la cara del toro y el animal se le quedó mirando y le topó pero nada más. En las dos últimas cogidas que tuvo, cualquier toro de los tiempos antes de las fundas le habría matado, pero sólo ha tenido dos cornadas graves pero sin tocar vasos importantes. En quince días, a torear de nuevo. Luego, si a las corridas de toros les quitamos el riesgo fundamental de jugarse la vida, todo es falso. Este torero se queda quieto, cierto, se arrima aunque el toro se le cuele y a veces sucede que le trompica y le arrolla. Pero la mayoría de las veces el pitón no acierta a herir (¿No acierta o todo está controlado?, ¿hasta eso?). De todas formas, haga lo que haga, lo haga bien o mal, la mayoría va a la plaza a rugir y a soltar adrenalina, sin que su razón llegue a distinguir si debería aplaudir o protestar. Lo que en otros es motivo de mofa o crítica, si lo hace él está perfecto. Hoy le dieron una injusta oreja en su primero, tras pinchar perdiendo la muleta y una estocada caída y atravesada en el segundo intento. Hoy, hasta en el 7 se habían metido de todos los bandos. Como el otro día, en el que nos dejaron a unos pocos protestones solos, muchos de hoy hasta pidieron la oreja de ese primer toro, concedida. Y no había dado ni uno bueno y además metió el pico.

Pero lo peor vendría en el sobrero quinto, cuando hasta el 7 había protestado el inválido titular de El Puerto, finalmente cambiado por un sobrero descastado de El Torero, al que este Nuevo Mesías no sabía cómo burlar, es decir torear. Y tras ser arrollado repetidas veces y herido en una de ellas, se tiró a matar, siendo cogido y dejando una estocada baja y atravesada (casi en el costillar), pero tras la que el manso, inválido y descastado se echó. Y el volteado Nuevo Mesías recibió las dos orejas, tras lo cual se fue a la enfermería por su pie. Su forma de matar, siendo arrollado casi siempre, demuestra que este Nuevo Mesías no se ha leído el antiguo Testamento de la Tauromaquia, pues Costillares inventó el volapié en el siglo XVIII, de forma que tras clavar el estoque se salía limpiamente por el lateral del pitón derecho del toro ¿Si este Nuevo Mesías no se sabe el Antiguo Testamento, digo yo que, a lo mejor es que no es el Nuevo Mesías, no?."

Jandro en Toro, torero y afición titula su crónica La cuarta dimensión y en ella dice cosas como ésta:

"El espectacular arrimón con su segundo toro ha sido de cortar el aliento, decían unos por allí y otros que era la cuarta dimensión del toreo, pues la verdad yo me quedo con las dimensiones anteriores, las normales de toda la vida.Esa forma de matar, echándose encima del toro puede tener muy malas consecuencias y, aunque impresiona, sus resultados dejan mucho que desear. Sólo ver las dos estocadas de hoy.Nos gusta ver toreros valientes, pero entendemos y valoramos otras formas de demostrar el valor toreando y matando que arriesgan seguramente con menos espectáculo pero con más emoción, sentimiento y entrega."

Y un hombre sabio, el Sócrates de Coslada Pedro Jiménez Guijarro, ¡qué pena querido amigo que escribas tan pocas veces de toros!, además de dejar palpable que de casta le viene a Rosa, nos deja en su post Las Ventas parece Benidorm unas frases como las que siguen:

"Al torero de Galapagar yo lo he visto mal, enganchón tras enganchón, toreando al hilo y sin profundidad. El mando que se supone a todo maestro hoy se lo habría dejado en casa. Bueno, pues la plaza jaleaba como si fueran el no va más, hasta los pases más vulgares se gritan "ole".Para colmo mata de un bajonazo imperdonable al segundo de su lote. El personal se emociona porque JT se echa a los pitones sin dolerse al estilo Manili, pero Manili lo hizo con Miuras."

Tres botones de muestra que, junto con los vídeos, son elementos de juicio para hacerse una idea bastante aproximada de lo que fue la corrida y que por estos derroteros nada bueno puede avecinarse para el ya, desde hace mucho tiempo, maltrecho mundo de la fiesta.

domingo, 15 de junio de 2008

DE INTERGALÁCTICOS Y ROPAJES VARIOS

Apenas quedan 11 horas para llegar al momento cumbre en el nuevo día D que los taurinos han marcado en sus agendas como el inicio de una nueva era que algunos ya diferencian de la anterior como d. JT. Todavía estamos, por tanto, en un tiempo que se puede considerar como a. JT aunque todo parece indicar que la transición de una época a otra es ya inminente y que a esta última no le queda, apenas, un telediario. Bastonito ejerciendo como corresponsal bélico, y emulando a la perfección a Ernest Hemingway, nos da cuenta en sus últimos posts, en Taurofilia, de las últimas novedades y movimientos que se producen entre las cada vez más numerosas fuerzas de la F.I.T*., que como sospechábamos han instalado su cuartel general en la trastienda de Casquería Mari Puri, y las magras huestes, les sobra con un autobús, del L.O.F.I.T**. Pero, a pesar de que sea palpitante actualidad, no es de este asunto, del que ya habrá tiempo para hablar a lo largo de las próximas jornadas, de lo que va a tratar la presente entrada, sino de un tema que, aunque guarde una cierta relación, no tiene que ver exactamente con El Mesías Galáctico ni con sus hordas interplanetarias.

El viernes en Toro, torero y afición apareció un post que se hacía eco de un comentario, firmado por Juan Sintierra, bajo el título Sobre el vestido de torear que decía lo siguiente:

“Morante, torero barroco, se viste de camarero.

Solo hay que fijarse en el magro adorno de la taleguilla, mas propio de un chandall. El gusto se demuestra en los detalles. Desde siempre los toreros-toreros. Los que sienten la torería en el corazón mas que en la cartera, han cuidado la dimensión "sagrada" del vestido de torear. El vestido de torear es más que un traje, es el ornamento mágico del mito. Por eso "la comodidad" no entra dentro de sus parámetros. ¿Dónde quedaron esos trajes antiguos, recargados hasta la extenuación, con sus chalecos cuajados de alamares, sus chaquetillas de enormes hombreras y sus taleguillas abigarradas de detalles? ¿Qué será de ese gusto por el barroco ,tan característico de la estética "maja", el día que Luis Francisco Esplá cuelgue el estoque?. Hoy día, los toreros van al gimnasio, entrenan, hacen pesas, hacen "pilates" y cuanto mas fuertes están, más ligeros y “deportivos”

Un punto de vista, en todo caso respetable y expresado con absoluta corrección, que dio origen a una serie de comentarios histéricos en los que seguidores del diestro de La Puebla, que suponemos militan en las filas de la F.I.T.*, se rasgaban las vestiduras lanzando diversos improperios contra el autor del escrito, la línea seguida por el blog y aquellos que comentaron algo mostrándose de acuerdo con el texto. Como no podía ser de otra manera uno de los que más destacó en esos ataques fue un fulano, hasta hace poco conocidísimo taurineador en Salamanca, Madrid y otras localidades, ahora con categoría de taurino militante, porque taurinos son todos los que viven o sacan beneficio del mundo de los toros, ya que desde hace algún tiempo lleva el blog que está integrado en la página web oficial de Morante de la Puebla y huelga decir que en esta sociedad materialista nadie, por imbécil que sea, trabaja por amor al arte.

Y se pongan como se quieran poner estos mindundis (por cierto, me he enterado que les jode mogollón que les llame así) resulta que lo comentado por Juan no es nada nuevo. Hace tiempo Alfonso Navalón ya recogía en un artículo titulado Los delirios de un cronista analfabeto cómo habían cambiado los tiempos en cuanto a la forma de vestir de los toreros dentro y fuera de la plaza. Os dejo el enlace por si queréis leerlo completo: http://www.elchofre.com/chofre2006/modificar/opinion/navalon/articulo_38.html, aunque no me resisto a entresacar este párrafo que no tiene desperdicio:

“Recuerdo una mañana que vi a la puerta del Café Novelty a Pepin Martín Vázquez, Manolo Escudero y Rafael Albaicín, que tentaban por la tarde. Los tres elegantísimos. Albaicín con su pañuelo de seda al cuello como los gitanos ricos, a Manolo Escudero, lo mismo que Luís Gómez "El Estudiante", le gustaba la ropa inglesa y llevaban chaquetas de Cachemir y sombrero de fieltro. Pepín Martín Vázquez se hospedaba en el Gran Hotel y recuerdo que "olía a torero" vestido de calle (ahora van en chándal y deportivas), porque daba gloria verlo atravesar la Plaza Mayor con un traje diplomático negro con rayas blancas, el mismo salero que si estuviera haciendo el paseíllo.”

En fin, que estos forofos, fans, hooligans, patidarios, este público de toros al que hacía alusión en mi post anterior son capaces de pillársela hasta con un papel de fumar y ahora que la cosa de la moda y los atuendos están en boga en el planeta tauro, gracias a la aportación del recién confirmado Maniquí de Armani, más vale no mentar mucho el tema no vayamos a ser blanco de sus iras. Pero para finalizar el post si quiero aprovechar al hilo de lo escrito, y porque viene a cuento, que hay que darle la razón a Pedro Fernández Yánez cuando escribe que una cosa es ser torero y otra vestirse de luces, y repetir el comentario que hice sobre Morante en el post de esta última discordia, ratificándome en el mismo: La verdad es que el muchacho es bastante friki y más hortera que llevar sandalias abiertas con calcetines de rombos.
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*F.I.T.: Fuerza Intergaláctica Taurina (según Martín Ruiz Gárate “Bastonito”)
** L.O.F.I.T.: Lado Oscuro de la Fuerza Integaláctica Taurina (según el mismo autor)

viernes, 13 de junio de 2008

PELIGRO

A poco más de 48 horas para que José Tomás realice su segundo paseíllo en Madrid tras su reaparición, o su Sacro Advenimiento, depende para quien, todavía no se han apagado los ecos de su pasada comparecencia el día 6 y aún en algunos foros y páginas webs siguen coleando opiniones, comentarios y soflamas en un sentido y en otro, hay para todos los gustos y colores, no exentas de pasión y hasta, en muchos casos, de visceralidad. Hay aficionados cabales y exigentes que se hacen cruces y se rasgan las vestiduras porque consideran que lo hecho por el de Galapagar, ante unos toros tontos y bobalicones preparados para el evento, carece de importancia, máxime cuando analizada su actuación se ve que no fue oro todo lo que relució y que hubo muchos defectos de forma en su labor. Otros, menos exigentes y, seguramente, menos cabales, tal vez porque se conforman con un ganado que facilite las cosas y colabore con la figura de turno y, además, no son tan rigurosos con la ortodoxia y los cánones de la pureza del toreo, se muestran satisfechos y hablan de emociones y sensaciones defendiendo un tipo de fiesta basado en estos ambos dos conceptos, aunque olvidándose que la no presencia del auténtico toro de lidia en un ruedo merma en gran medida y hace difícil que se pueda producir el primero de ellos por mucho que la estética de que haga gala el torero, lo que tampoco fue el caso, llegue a límites que puedan rozar la perfección.

Por último está lo que Cañabate denominaba, bastante despectivamente por cierto, el público de toros. En este asunto que nos ocupa, mayoritariamente, formado por partidarios, fans, forofos, hooligans, o como se les quiera llamar, que junto a aquellos que acuden a las corridas de toros como un acto meramente social, se dieron cita en La Monumental con el objetivo de sacar a toda costa al ídolo por la Puerta Grande tras pagar muchos de ellos cantidades absolutamente desorbitadas por una entrada. Los dos primeros tipos de aficionados pueden discutir hasta la saciedad y defender sus posturas creando una controversia que, en principio, puede ser beneficiosa para la fiesta, pese a que nunca lleguen a convencerse unos a otros ni, tan siquiera, lleguen a acercarse en sus planteamientos. Evidentemente, el tercer grupo no cuenta porque sus razones nunca se van a basar en nada mínimamente riguroso ni digno de tener en cuenta. Pero la cuestión es que el domingo que viene estos tres grupos van a volver a llenar Las Ventas y se van a dar los mismos o parecidos ingredientes que a priori se dieron hace una semana. Y el problema y el peligro es que el resultado vuelva a ser similar, si no corregido y aumentado, porque debates al margen, que pueden ser sanos aunque no conduzcan a nada, se estará fraguando algo que puede ser muy perjudicial para la, ya de por sí, maltrecha fiesta. Podemos entrar de lleno en la dinámica de un montaje perfectamente orquestado, como otros muchos que anteriormente han sido y están en la mente de todos, que se está ensayando desde hace mucho tiempo por parte de los taurinos para seguir arrimando el ascua a su sardina y allanar el camino para conducirnos, de lleno, a ese espectáculo cada vez más desvirtuado al que tratan de llevarnos a marchas forzadas en los últimos años. Esta vez les puede salir bien la jugada y aunque, finalmente, la afición cabal siempre termina por poner las cosas en su sitio, se suele tardar años en volver ciertos conceptos a su cauce, lo que tal y como está actualmente el mundo de los toros podría suponer prácticamente su puntilla.

lunes, 9 de junio de 2008

ILLUMBE 2008

Ya tenemos carteles para la próxima Semana Grande de San Sebastián. La casa Chopera ha hecho públicas esta mañana las combinaciones que conforman el abono donostiarra en la presente edición de 2008. Ninguna sorpresa, se sigue manteniendo la fórmula del pasado año con ocho corridas de las cuales dos serán mixtas. Dos ganaderías, el día de la apertura y el cierre, de las mal llamadas duras o no comerciales, aunque considerar de esa forma a Victorino, dadas las circunstancias, comienza a tener su guasa. El resto, si exceptuamos la procedencia Atanasio-Lisardo de lo de Valdefresno, se ciñe al guión acostumbrado y está marcado por el predominio del encaste bodeguero. Figurones, figuritas y figurillas de mazpán que formaban parte del álbum de intercambio de cromos a principio de temporada se repartirán el pastel de toros carretones y artistas creados con esmero en las factorías encargadas de producir bovinos para que colaboren en el lucimiento de las grandes estrellas del circuito. Las presencias de Fandiño y Urdiales, junto con los menos agraciados de siempre, habrá que considerarlas meramente testimoniales y porque había que rellenar dos puestos. Más de lo mismo en una plaza, Illumbe, que ha visto desde hace años como el aficionado iba desertando de los tendidos y que tras las tres o cuatro primeras temporadas tras su inauguración ha ido indefectiblemente perdiendo en cuanto a número de abonados. Claro que, ¡vete a saber!, lo mismo la presencia de El Mesías hace que haya un repunte en el serial de este año; al fin y al cabo si se es listo y habilidoso con colocar bien la entada del día 14 uno se puede pagar todo el abono e, incluso, darse una alegría al cuerpo en alguno de los templos gastrónomicos de la Bella Easo. Estos son los carteles:

domingo, 8 de junio de 2008

ILUSIÓN NO ES IGUAL A REALIDAD

Debo aclarar que no vi, como la mayoría de los aficionados, la corrida del pasado día 5 en Las Ventas. No estuve entre los 23.000 espectadores que tuvieron el privilegio de poder ocupar una localidad en La Monumental, algunos pagando precios astronómicos, en un festejo que ya de por sí tenía de antemano una serie de connotaciones que sobrepasaban los límites meramente taurinos. Cierto, también, que es muy difícil el poder hacerte una idea exacta de lo que ha acontecido en una plaza de toros si no has estado allí. Existe un componente, llamémosle emocional, que muchas veces es decisivo a la hora de valorar lo ocurrido y que puede llegar a condicionar el juicio, sobre todo en lo referente al capítulo de sensaciones que, al final, el aficionado se hace por lo que ha llegado a ver, o ha creído que ha visto, en una corrida de toros. A mí, lo mismo que a mucha más gente, me ha ocurrido que después de ver un festejo en directo al volver a verlo por televisión me ha sorprendido y me ha hecho pensar que no era lo mismo que lo que presencié en vivo.

Aclarado este punto, sin embargo, sí que por lo que he visto a través de los vídeos (gracias, Rosa Jiménez Cano) y sobre todo por lo que he podido leer y comentar telefónicamente con algunos aficionados que estuvieron presentes en la corrida, me he podido hacer una idea bastante aproximada de lo ocurrido en la plaza venteña. Y, quizá, lo que mejor resume esa idea son dos títulos de sendas crónicas que, además de resultarme totalmente fiables, reflejan bastante fielmente las impresiones que he podido sacar al visionar las imágenes colgadas en la red. Me refiero a la crónica de Jandro, en Toro, torero y afición, titulada Hooligans, y a la que colgó Joaquín Monfil en el foro de Taurofilia y que tituló Histeria colectiva en Las Ventas. Tal vez porque una cosa lleve a la otra, los citados títulos, posiblemente, guardan la clave de lo que sucedió el pasado jueves en Madrid. Y es que por lo visto en los vídeos, aún reconociendo que los dos toros que lidió Tomás han sido con toda probabilidad los más serios con los que se ha encontrado tras su reaparición y que a lo largo de sus dos faenas pudo haber algún pasaje en el que la actuación del torero de Galapagar recordó a aquel que entre 1996 y 1999 entusiasmó a muchos aficionados y le hizo concebir esperanzas, su labor analizada en conjunto no fue como para que los que se dieron cita en las gradas enloquecieran de la forma en que lo hicieron, ni para cortar cuatro orejas en lo que se considera la primera plaza del mundo.

Se le había reprochado, y con razón, a José Tomás que desde su vuelta había toreado, en plazas relativamente cómodas y poco exigentes, nada más que carretones desmochados y que, por tanto, nada de lo que había realizado podía tener importancia. Una vez que, tras toda clase de dimes y diretes, se confirmó su presencia en Madrid - éso sí, fuera de San Isidro- quedaba pendiente el verle con toros, al menos en teoría, de mayor entidad. Pero es que ésto, como mucho, se ha cumplido a medias, porque si bien como digo más arriba pese a que el trapío de los astados de Victoriano del Río no asustaba a nadie, pero sí debe de juzgarse como justo, en cambio no dejaron de ser esos carretones que vienen y van, tontas del bote, bichos genéticamente seleccionados para dejarse pegar quinientos mil pases siempre y cuando, claro, no se les castigue demasiado en el tercio de varas, algo que en esta ocasión no sucedió, como suele ser cotidiano y habitual, para mayor gloria y lucimiento del artista. El haber ido a esa corrida con unos animales por debajo de esa presentación si que hubiera sido un suicidio en toda regla. Suicidio taurino, claro, porque de los otros por mucho que se empeñen algunos no se suelen producir, actúe quien actúe, en los plazas de toros.

Y a pesar de esos mimbres y de algunos detalles que, insisto, hicieron recordar a aquel José Tomás de sus principios, hubo enganchones, lances carentes de pulcritud, bastantes trapazos sucios, falta de mando, cites fuera de cacho, demasiado envaramiento, exceso de verticalidad, mucho toreo paralelo (o para lelos, que viene a ser lo mismo), lo que visto fríamente, y fuera de las sensaciones que pueden crear el vivo y el directo, me hacen pensar que, efectivamente, fue el ambiente creado con mucha antelación, el excesivo marketing, toda la parafernalia mediática, lo que de forma definitiva vino a hacer que se crease una determinada ilusión que vino a condicionar de forma sustancial el desarrollo y el resultado final de la corrida. No es la primera vez que ocurre, ni será la última. Cuando hay gente que es capaz de pagar lo que gana un obrero de salario mensual por ver a su torero, quiere decir que las pasiones pueden llegar a desatarse hasta límites insospechados y a nadie le debe extrañar demasiado que sucedan estas cosas y que la Casquería Mari Puri estuviese presta a abrir sus puertas de nuevo apostando de lleno a que no iba a haber ningún problema para agotar el producto ofertado.

jueves, 5 de junio de 2008

MARI PURI, REAPERTURA

Entre las pocas y contadísimas cosas positivas que tuvo la extinta Feria de San Isidro cabe destacar la buena noticia del cierre por reformas de la célebre Casquería Mari Puri, que tan pródigamente funcionó y ofreció sus productos el pasado año 2007. Cierto que sus gestores aprovecharon nada más verse los carteles en la calle para pegar el cerrojazo y acometer las obras, máxime cuando confirmaron la noticia de que en la Feria de abril de Sevilla no se había producido el histérico triunfalismo del año anterior y que ello podía ser indicativo de que el negocio no iba a resultar tan boyante como en la temporada precedente. Un respiro para el buen aficionado que, al menos, no vio incrementada su mala leche teniendo que soportar a su lado el masivo consumo del producto ofertado.

Pero, claro, no hay ni bien ni mal que cien años dure y como las reformas se pagan y hay que amortizarlas, se encendieron todas las alarmas ante el reparto de pasquines en las corridas que cerraban el serial anunciando, en breves fechas, la vuelta a la actividad del citado negocio. Reabrieron el día 3 y, bien por desconocimiento del público o por otras razones, las ventas no resultaron ser las esperadas. Ayer comenzaron a cumplirse las expectativas y consiguieron colocar parte del stock previsto, aunque tienen fundadas esperanzas de que hoy y el próximo día 15 se verán rebasados y lograrán sacar la totalidad del producto que guardan en el interior. Y es que los negocios son los negocios y cuando uno funciona, viento en popa, no es cuestión de dormirse en los laureles y dejar pasar la oportunidad. Ya se sabe, y más entre los taurinos, aquí el que no corre, vuela.

miércoles, 4 de junio de 2008

¡ QUÉ POCA VERGÜENZA !

Y comenzó el invento que se ha dado en llamar Feria del Aniversario, ¿qué coño de aniversario?, consistente en sacar del serial isidril una serie de corridas claramente orientadas hacia el público de clavel, aplaudidor, capaz de jalear cualquier cosa por infame que sea y al que nada le importa la integridad de la fiesta, a la que acude como a un acto meramente social. Y empezó, claro, como era previsible y como cabía esperar en esta clase de festejos, con dos de las consideradas máximas figuras del escalafón y un tercero que nunca llegó a serlo, por distintos motivos, al que ahora tras dejar pasar varios trenes de larga distancia, y otros muchos de cercanías, tratan los taurinos de volver a encumbrar, o al menos poner en circulación, basándose en unos cada vez más fugaces recuerdos en los que hace ya muchos años dio la impresión de lo que podía haber sido y no fue. Y, naturalmente como no podía ser de otra manera, tras el pistoletazo de salida la comprobación de que se prescindía del elemento más importante en este espectáculo, de su verdadero protagonista: el toro, pisoteándolo hasta el extremo de hacer salir al ruedo a unos vergonzosos sucedáneos del mismo, que producirían auténtico bochorno en cualquier plaza de talanqueras de las que, todavía, existen por nuestra geografía. ¿Tanto había que bajar el listón para preparar la pantomima que se va a celebrar hoy confirmando la alternativa al Maniquí de Armani que se presenta sin haber pisado Las Ventas en su etapa de novillero?. ¿Quizá, era conveniente ante las corridas de mañana y el 15 de junio ir acostumbrando al personal a ver raspas incornes no fuese que volviese a acordarse de cómo son los toros auténticos e íntegros precisamente en esas dos fechas?. Y por último, ¿cómo se pueden desechar hace diez días dos toros de Cuadri por supuesta falta de trapío y permitir que salgan por chiqueros los tres Garcigrandes que ayer abrieron festejo si no es por espurios intereses en una clara y manifiesta falta de respeto al aficionado del que, una vez más, se han reido en su cara?.

lunes, 2 de junio de 2008

SEÑOR PRESIDENTE

He venido leyendo en diferentes blogs y portales taurinos, de diversas e incluso antagónicas tendencias, algo que tras finalizar esta feria de San Isidro parece que se antoja como algo ya incuestionable. Se empieza a considerar, y por tanto a proclamar, a Manuel Jesús como Su Majestad El Cid de manera casi unánime y a entronizarlo como el nuevo rey de la fiesta. No voy a ser yo quien niegue los méritos, ni quien ponga en tela de juicio el que, hoy por hoy, el diestro de Salteras sea de todos los que componen el escalafón taurino quien más se acerque a la pureza, a la verdad, y a lo que mandan los cánones en cuanto a la forma de interpretar el toreo con toda la clase de astados que, unas veces para bien y la mayoría para oprobio de este inigualable espectáculo, pisan los ruedos de los cosos taurinos. Acreditado ha quedado a lo largo de muchas tardes su oficio, en el que su estética, su poderío ante cualquier tipo toro, sus conocimientos de terrenos y distancias, su técnica, su honradez y su vergüenza torera han colmado las expectativas de los aficionados. Sólo el mal manejo de la espada ha impedido que a estas alturas de su carrera sus triunfos no se hayan multiplicado por mucho y, en consecuencia, sus éxitos que podían haber sido bastante más redondos y rotundos no lo hayan colocado, todavía, en ese lugar reservado exclusivamente a las grandes leyendas que en la tauromaquia han sido. Pero en lo que si voy a discrepar es en ese tratamiento en el que se le adjudica a Manuel el título de Su Majestad. No es justo, porque El Cid se ha hecho acreedor a algo más que al reconocimiento de rey por mucho que ello conlleve el otorgarle el cetro del toreo. A los reyes en los países donde ejercen su mando, lamentablemente, no los designa democráticamente el pueblo y a este pedazo de torero sí que lo ha elegido de forma prácticamente absoluta la afición cabal como el actual número uno de todos cuantos se visten de luces en la actualidad. Y no sólo lo ha hecho en esta última feria isidril, sino que lleva haciéndolo y refrendándolo ya desde hace bastante tiempo en diversos y variados plebiscitos, por lo que sería más apropiado reconocer a Manuel Jesús “El Cid” como el justo y legítimo señor Presidente de la República de cuantos coletudos son y están en el orbe taurino.

domingo, 1 de junio de 2008

COSAS DE MADRID ( DOMINGO y II )

La comida en El Albero fenomenal; tuve la suerte de sentarme entre Leti y Alicia con Cota y Costillares enfrente, un auténtico lujazo, aunque dada la calidad como personas y como aficionados de todos cuantos se sentaban a la mesa hubiese resultado exactamente igual el lugar que se hubiese ocupado en la misma. Había cierto cabreo, rayano en la indignación, porque, ¡mira por dónde!, se habían rechazado dos toros de Cuadri aduciendo falta de trapío cuando a lo largo de lo que se llevaba de feria habían saltado al ruedo venteño algunos animales que, probablemente, tuvieron los mismos o mayores motivos para no pasar el fielato. Es lo que tiene, a veces, el intentar hacer las cosas bien y no querer pasar por ciertos aros, al final los taurinos te pasan factura. Se dio un repaso a cómo marchaba la feria y al estado actual de la fiesta y se brindó por los presentes y por los ausentes, teniendo un especialísimo recuerdo para Mariaje y Toni Hernández, e incluso, creo que a petición de Álvaro, incluimos también en el brindis al mismísimo primo de aquel, Juan Antonio. Taurineamos otro poco con la llegada del novillero extremeño Luis Miguel Amado, un chico que trata de abrirse camino y que, para empezar, prefiere las reuniones de los aficionados cabales a las de taurineadores pelotilleros que le echen incienso. Señal de que le funciona la cabeza en la vida cotidiana, y ojalá que le funcione igual delante del toro, la suerte le acompañe y llegue a ser alguien.

Se nos unió a la hora del café Javier Saénz, hubiese sido tremenda su ausencia, y recibimos, así mismo, la visita de ese pedazo de aficionado, y auténtico caballero, que se llama Luis Picazo y que firma sus siempre interesantes artículos y sus templados comentarios en la blogosfera como Lupimón. Entre unas cosas y otras levantamos el campo bastante tarde, ya sin posibilidad de acercarme al lugar donde los amigos de Taurofilia celebraban su comida anual. Un último alto en el Waliku para un postrer brindis con los que ya no íbamos a poder ver tras finalizar la corrida, como la pobre Ghosty que no pudo asistir a la misma porque al día siguiente tenía que lidiar ella solita un toro de nombre Periodismo Económico, y allí saludamos a Corrochanito. Tras la corrida, donde Frascuelo se jugó las ingles y Aragonés nos hizo creer que todavía es posible que un toro de lidia pueda poner la emoción necesaria en un ruedo, acudimos a la cita con mi “anfitrión” en Madrid durante este viaje, Marcelo Fortín. Pudimos darle un abrazo a Martín Ruiz Gárate “Bastonito” y conocimos a su encantadora mujer, Marisa, conocida en la blogosfera como “Latiguillo” y redespedirnos de Costi, Zambrano y el superentrañable Pedro Garcías Macías, cuando ya los servicios municipales de limpieza estaban a punto de ponernos como sopas con sus manguerazos. La espuela en el César para poder saludar e intercambiar unas breves impresiones con Faustino “El Rosco” y darle un beso a Alicia emplazándola para agosto en Donosti. Con Luis Picazo, que gentilmente se ofreció a hacernos de taxista, nos quedamos hasta el final y, enfilando el hotel, comenzamos a despedirnos de ese enorme, por su estatura, humanidad y afición, amigo que se apoda Opsen. Claro, que ajeno estaba yo, en esos momentos, a que a la mañana siguiente y tras entregar la llave, el recepcionista me iba a comunicar que no existía ninguna factura con el número de mi habitación.