Entre las pocas y contadísimas cosas positivas que tuvo la extinta Feria de San Isidro cabe destacar la buena noticia del cierre por reformas de la célebre Casquería Mari Puri, que tan pródigamente funcionó y ofreció sus productos el pasado año 2007. Cierto que sus gestores aprovecharon nada más verse los carteles en la calle para pegar el cerrojazo y acometer las obras, máxime cuando confirmaron la noticia de que en la Feria de abril de Sevilla no se había producido el histérico triunfalismo del año anterior y que ello podía ser indicativo de que el negocio no iba a resultar tan boyante como en la temporada precedente. Un respiro para el buen aficionado que, al menos, no vio incrementada su mala leche teniendo que soportar a su lado el masivo consumo del producto ofertado.
Pero, claro, no hay ni bien ni mal que cien años dure y como las reformas se pagan y hay que amortizarlas, se encendieron todas las alarmas ante el reparto de pasquines en las corridas que cerraban el serial anunciando, en breves fechas, la vuelta a la actividad del citado negocio. Reabrieron el día 3 y, bien por desconocimiento del público o por otras razones, las ventas no resultaron ser las esperadas. Ayer comenzaron a cumplirse las expectativas y consiguieron colocar parte del stock previsto, aunque tienen fundadas esperanzas de que hoy y el próximo día 15 se verán rebasados y lograrán sacar la totalidad del producto que guardan en el interior. Y es que los negocios son los negocios y cuando uno funciona, viento en popa, no es cuestión de dormirse en los laureles y dejar pasar la oportunidad. Ya se sabe, y más entre los taurinos, aquí el que no corre, vuela.
Pero, claro, no hay ni bien ni mal que cien años dure y como las reformas se pagan y hay que amortizarlas, se encendieron todas las alarmas ante el reparto de pasquines en las corridas que cerraban el serial anunciando, en breves fechas, la vuelta a la actividad del citado negocio. Reabrieron el día 3 y, bien por desconocimiento del público o por otras razones, las ventas no resultaron ser las esperadas. Ayer comenzaron a cumplirse las expectativas y consiguieron colocar parte del stock previsto, aunque tienen fundadas esperanzas de que hoy y el próximo día 15 se verán rebasados y lograrán sacar la totalidad del producto que guardan en el interior. Y es que los negocios son los negocios y cuando uno funciona, viento en popa, no es cuestión de dormirse en los laureles y dejar pasar la oportunidad. Ya se sabe, y más entre los taurinos, aquí el que no corre, vuela.
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