domingo, 15 de junio de 2008

DE INTERGALÁCTICOS Y ROPAJES VARIOS

Apenas quedan 11 horas para llegar al momento cumbre en el nuevo día D que los taurinos han marcado en sus agendas como el inicio de una nueva era que algunos ya diferencian de la anterior como d. JT. Todavía estamos, por tanto, en un tiempo que se puede considerar como a. JT aunque todo parece indicar que la transición de una época a otra es ya inminente y que a esta última no le queda, apenas, un telediario. Bastonito ejerciendo como corresponsal bélico, y emulando a la perfección a Ernest Hemingway, nos da cuenta en sus últimos posts, en Taurofilia, de las últimas novedades y movimientos que se producen entre las cada vez más numerosas fuerzas de la F.I.T*., que como sospechábamos han instalado su cuartel general en la trastienda de Casquería Mari Puri, y las magras huestes, les sobra con un autobús, del L.O.F.I.T**. Pero, a pesar de que sea palpitante actualidad, no es de este asunto, del que ya habrá tiempo para hablar a lo largo de las próximas jornadas, de lo que va a tratar la presente entrada, sino de un tema que, aunque guarde una cierta relación, no tiene que ver exactamente con El Mesías Galáctico ni con sus hordas interplanetarias.

El viernes en Toro, torero y afición apareció un post que se hacía eco de un comentario, firmado por Juan Sintierra, bajo el título Sobre el vestido de torear que decía lo siguiente:

“Morante, torero barroco, se viste de camarero.

Solo hay que fijarse en el magro adorno de la taleguilla, mas propio de un chandall. El gusto se demuestra en los detalles. Desde siempre los toreros-toreros. Los que sienten la torería en el corazón mas que en la cartera, han cuidado la dimensión "sagrada" del vestido de torear. El vestido de torear es más que un traje, es el ornamento mágico del mito. Por eso "la comodidad" no entra dentro de sus parámetros. ¿Dónde quedaron esos trajes antiguos, recargados hasta la extenuación, con sus chalecos cuajados de alamares, sus chaquetillas de enormes hombreras y sus taleguillas abigarradas de detalles? ¿Qué será de ese gusto por el barroco ,tan característico de la estética "maja", el día que Luis Francisco Esplá cuelgue el estoque?. Hoy día, los toreros van al gimnasio, entrenan, hacen pesas, hacen "pilates" y cuanto mas fuertes están, más ligeros y “deportivos”

Un punto de vista, en todo caso respetable y expresado con absoluta corrección, que dio origen a una serie de comentarios histéricos en los que seguidores del diestro de La Puebla, que suponemos militan en las filas de la F.I.T.*, se rasgaban las vestiduras lanzando diversos improperios contra el autor del escrito, la línea seguida por el blog y aquellos que comentaron algo mostrándose de acuerdo con el texto. Como no podía ser de otra manera uno de los que más destacó en esos ataques fue un fulano, hasta hace poco conocidísimo taurineador en Salamanca, Madrid y otras localidades, ahora con categoría de taurino militante, porque taurinos son todos los que viven o sacan beneficio del mundo de los toros, ya que desde hace algún tiempo lleva el blog que está integrado en la página web oficial de Morante de la Puebla y huelga decir que en esta sociedad materialista nadie, por imbécil que sea, trabaja por amor al arte.

Y se pongan como se quieran poner estos mindundis (por cierto, me he enterado que les jode mogollón que les llame así) resulta que lo comentado por Juan no es nada nuevo. Hace tiempo Alfonso Navalón ya recogía en un artículo titulado Los delirios de un cronista analfabeto cómo habían cambiado los tiempos en cuanto a la forma de vestir de los toreros dentro y fuera de la plaza. Os dejo el enlace por si queréis leerlo completo: http://www.elchofre.com/chofre2006/modificar/opinion/navalon/articulo_38.html, aunque no me resisto a entresacar este párrafo que no tiene desperdicio:

“Recuerdo una mañana que vi a la puerta del Café Novelty a Pepin Martín Vázquez, Manolo Escudero y Rafael Albaicín, que tentaban por la tarde. Los tres elegantísimos. Albaicín con su pañuelo de seda al cuello como los gitanos ricos, a Manolo Escudero, lo mismo que Luís Gómez "El Estudiante", le gustaba la ropa inglesa y llevaban chaquetas de Cachemir y sombrero de fieltro. Pepín Martín Vázquez se hospedaba en el Gran Hotel y recuerdo que "olía a torero" vestido de calle (ahora van en chándal y deportivas), porque daba gloria verlo atravesar la Plaza Mayor con un traje diplomático negro con rayas blancas, el mismo salero que si estuviera haciendo el paseíllo.”

En fin, que estos forofos, fans, hooligans, patidarios, este público de toros al que hacía alusión en mi post anterior son capaces de pillársela hasta con un papel de fumar y ahora que la cosa de la moda y los atuendos están en boga en el planeta tauro, gracias a la aportación del recién confirmado Maniquí de Armani, más vale no mentar mucho el tema no vayamos a ser blanco de sus iras. Pero para finalizar el post si quiero aprovechar al hilo de lo escrito, y porque viene a cuento, que hay que darle la razón a Pedro Fernández Yánez cuando escribe que una cosa es ser torero y otra vestirse de luces, y repetir el comentario que hice sobre Morante en el post de esta última discordia, ratificándome en el mismo: La verdad es que el muchacho es bastante friki y más hortera que llevar sandalias abiertas con calcetines de rombos.
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*F.I.T.: Fuerza Intergaláctica Taurina (según Martín Ruiz Gárate “Bastonito”)
** L.O.F.I.T.: Lado Oscuro de la Fuerza Integaláctica Taurina (según el mismo autor)

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