CALENTANDO MOTORES

Los medios afines al taurineo ya comienzan a calentar motores con vistas a lo que califican como el magno acontecimiento taurino que va a tener lugar el día 29 en el Palacio Vista Alegre. La llegada a la capital de España de uno de los dos actuantes, El Pana, se convierte en el banderazo de salida para que a partir de este momento se líen a bombardearnos con toda clase de reportajes, entrevistas, declaraciones, y el resto de la parafernalia con la que acostumbran a moverse estos fieles servidores de los taurinos. Nos machacarán durante diez días con las estupideces más peregrinas y los cuentos chinos más adecuados que conduzcan finalmente a conseguir que se haga caja. Pero de los toros que ese día saldrán por la puerta de chiqueros seguro que casi nadie habla. Es más, a estas alturas dudo que muchos de los que se van a dar cita en Carabanchel -incluidos algunos propietarios de blogs de temática taurina- sepan que pertenecen a la ganadería de Núñez del Cuvillo, y que esta “anecdótica” circunstancia, además, les importe un huevo. Está claro, los pobres animalitos no hablan, no conceden entrevistas, no hacen declaraciones, y tampoco fuman puros cuando salen al ruedo, no se visten estrafalariamente teniendo que conformarse con el poco o mucho trapío que traen de la dehesa –éstos seguramente serán de los de poco- y aunque pertenezcan a un encaste que se ha dado en llamar artista, de fijo que por bien que lo hagan no van a llegar a que ningún espectador clavileño califique su arte en el apartado de lo que no se pué aguantá.

En definitiva, no venden y como esto es un negocio se les va a tratar como lo que son: meras comparsas cuya obligación no es otra que la de colaborar con los auténticos protagonistas del formidable espectáculo que se celebrará en el lugar donde hace tiempo se ubicaba la castiza Chata. La consigna, supongo, es no decir demasiadas cosas de unos bichos a los que tampoco conviene mucho mostrar en imágenes, no vaya a ser que algún enterado se fije en su aspecto y realice un comentario inconveniente con la malévola intención de enturbiar el estupendo y taurinísimo ambiente que se respira. Luego, una vez que todo haya acabado, habrá tiempo para solventar, en función del resultado artístico del festejo, con cinco o seis tópicos y otros tantos eufemismos, ese capítulo de los astados que, por lo general, no interesa a más que unos pocos tíos raros que no tienen ni puta idea de qué va la fiesta. Claro, que no sé de que nos extrañamos si, por ejemplo, en el avance de carteles dado por Mundochoto de la corrida que se va a celebrar en Morón de la Frontera unos días antes, el próximo 23, con lo que va ser el nuevo cartel mediático de la temporada, El Cordobés, Rivera y El Fandi -que viene a ocupar el sitio dejado por Jesulín-, ni tan siquiera se anuncia la ganadería. Vaya usted a saber, lo mismo es que se ha llegado a un consenso y dada la escasa diferencia que puede llegar a existir se ha optado porque estas valientes y acreditadas figuras del toreo lidien los carretones de entrenamiento de alguna de las escuelas taurinas que se encuentren por las cercanías. Y así, ya veréis, vamos a tener que estar toda la jodida temporada. ¡Qué cruz!.