Han pasado casi nueve meses desde que a primeros de junio un buen número de bloggers, en los que el tema de los toros era el centro, o parte al menos muy importante, de la actividad de su bitácora, nos reunimos en Madrid en una comida que organizó la Asociación El Toreo en Red-Hondo. Ese primer encuentro fue casi una excusa para que algunos de nosotros nos pusiésemos cara porque muchos, sobre todo los que vivimos en provincias, tan sólo nos conocíamos de leernos, de lo que cada uno iba escribiendo a lo largo del tiempo de funcionamiento de su blog, en sus respectivos espacios, y de los comentarios que íbamos dejando en los mismos. Sirvió, además, para pasar un buen rato, que supo a poco por la premura del tiempo y porque el programa de actividades que cada uno llevaba –naturalmente acudir a algún festejo de San Isidro, la presentación de El Manifiesto, saludar a viejos amigos y conocidos- era bastante apretado y un par de días en la Villa y Corte, cuando se pasan bien, terminan por pasarse volando. Fue ilusionante ver como una serie de gente, en su mayoría independiente, a la que sólo le movía su amor por la fiesta, estaba dispuesta a trabajar, en la medida de sus posibilidades, desde su rincón particular, por el bien de la misma e intentando seguir una misma dirección: hacer llegar una opinión distinta y libre de todas las ataduras e intereses creados que condicionan a los diversos medios controlados por los taurinos (prácticamente la mayoría de los que son, por no decir todos), e informar verazmente, con absoluta honestidad, tratando de ser objetivos, cada uno dentro de sus matices, su idiosincrasia y sus gustos personales, pero nunca cayendo en partidismos y muchísimo menos en forofismos fanáticos e histéricos, a todos aquellos que nos leyeran. O lo que es lo mismo, defender ante todo la integridad del toro, condición sine qua non para que una corrida, un festejo taurino pueda considerarse como tal, y que la labor del torero se ciña a unos planteamientos ajustados a unos cánones que se inventaron hace mucho tiempo y que, como mínimo, han de estar alejados de las trampas y ventajas que, también, desde tiempo inmemorial han servido a éstos para buscar alivio.
Al publicarse en diversos blogs este encuentro, cada cual le dio el tratamiento adecuado y que consideró oportuno, se produjo una reacción por parte de diverso medios oficialistas, para los que no existíamos, en las que hubo referencias -alguna no exenta de traslucir un cierto temor, o al menos preocupación- a que algo se cocía en la blogosfera taurina. Paralelamente, a medida que la temporada avanzaba y se producía el 17 de junio la superpublicitada y mediática reaparición de El Mesías- se fueron sucediendo una serie de hechos que no dejaron de ser significativos. Por una parte ciertos bloggers se fueron, o bien desmarcando de esa ruta que, teóricamente, se había emprendido, dejando claro que esa no era su lucha, o bien trataron de mantener una cierta apariencia de credibilidad, algo que poco a poco se les fue haciendo insostenible y terminaron cantando la gallina. Por otra, comenzaron a proliferar como setas una serie de bitácoras que, casualmente, en su mayoría nada tenían que ver con las ya existentes y que por su temática, en algunos casos, o por sus enlaces, en gran parte de ellas, dejaban a las claras de dónde venían y hacia dónde iban, siendo a mi juicio un claro intento del taurineo de sembrar la red con una serie de gentes afines que, mezclándose con los que ya estábamos, propiciasen intoxicar, crear confusión y, además de servir de voceros a sus tesis, dar sensación de que lo que llevan largo tiempo queriendo vender también tiene sus defensores y partidarios. A ello debemos añadir los “espontáneos” que a modo de comentaristas habituales suelen aparecer intermitentemente y, qué curioso, ante ciertos posts que por su temática aluden a asuntos relacionados con determinados toreros y, que a partir de esos momentos, haciéndose más presentes, comienzan a atacar con total virulencia, insultan, descalifican, hablan de manipulaciones vomitivas, tildan de integristas, amargados y biliosos, llaman fascistas, e incluso llegan al ataque personal, soltando toda clase de improperios, a quienes osan dar su opinión en esa dirección de defensa de la integridad de la fiesta.
Todo ésto ha motivado que algo que podía haber sido un arma a nuestro favor, y que en algún momento ha llegado a transmitir cierta zozobra a los taurinos, la fuerza que puede tener una blogosfera unida en la lucha por erradicar en la mayor medida posible el fraude en el mundo de los toros, denunciando todos los abusos, las trampas, las corruptelas y las tropelías que en el se producen, se vea diluido en ese gran caos en el que, aparentemente, nos vemos inmersos cuando dejándonos llevar por personalismos y entrando a trapos que no debemos –yo soy el primero en entonar el mea culpa- damos la sensación de estar cada uno haciendo la guerra por nuestra cuenta y dando una imagen de desunión que a los únicos que perjudica es a nosotros mismos, beneficiando precisamente a los auténticos enemigos de la fiesta. Ante la próxima temporada que ya asoma, y que a nadie con dos dedos de frente se le pasa por la cabeza que no vaya a ser una versión corregida y aumentada de la anterior, pienso que tenemos que hablar. Debemos hablar y establecer una serie de mínimos en los que estemos de acuerdo para hacer frente a los nuevos atropellos que, sin duda, nos tienen preparados. Lo pasado nos debe de servir de experiencia para no cometer los mismos errores; ahora sabemos bastante mejor quién es quien en el mundo de los bloggers y el crédito que merece cada uno. Un amplio abanico en el que encontramos a gente que siempre ha mantenido un criterio y no se ha movido un ápice de una línea coherente en sus opiniones y denuncias, pasando por los que, tibiamente, han ido dando una de cal y otra de arena en función de que sus gustos o sus preferencias se viesen en mayor o en menor medida afectados, hasta llegar a los que descaradamente arriman el ascua a la sardina de los taurinos y del taurineo. Éso por no hablar de los que han utilizado su espacio, retomándolo tras tiempo de inactividad o creándolo, ex profesamente, para, con la excusa de escribir de toros, emplearlo para cuestiones privadas, que poco o nada tienen que ver con la fiesta, como vehículo de agresión a una serie de aficionados respetables, como se ha dado el caso con algunos miembros de La Cabaña Brava y dirigentes de El Toro de Madrid, o lanzar furibundos y desmedidos ataques personales contra otros bloggers como Marcelo Fortín o, más recientemente, Alicia Valdeavero cuyo único delito ha consistido en expresar su opinión.
Pero todavía, insisto, estamos a tiempo, a nada que nos lo propongamos, en poder ser esa alternativa, con la fuerza que nos proporciona esta herramienta, que pueda dar réplica a los que manejan desde dentro los hilos, tienen controlados los medios, condicionan la información y marcan la pauta que más les conviene. Tal vez no seamos tantos como pensamos en un principio, pero sí suficientes como para, si decidimos seguir luchando en una misma dirección, dejarnos oír lo necesario para que muchos de los que intuyen que existe otra verdad completamente distinta a la que les están contando puedan tener una referencia diferente que les acerque a la auténtica fiesta y, al mismo tiempo, hacer notar a los taurinos que ante los fraudes, atropellos, manejos, montajes y otras tropelías al uso que, indudablemente, van a seguir intentando montar, va a existir en frente un grupo de aficionados que no se va a arredrar y estará siempre dispuesto a dar ante esos hechos cumplida respuesta. Pienso que merece la pena intentarlo y que, si lo hacemos, aún contamos con muchas posibilidades de que este espectáculo inigualable que hemos heredado todavía sea salvable, porque con sus dos componentes de siempre: el toro en su integridad y la emoción que conlleva el riesgo de ver como un hombre se juega la vida tratando de crear arte ante una fiera, no puede haber modas, condicionamientos sociales, bulas religiosas o tendencias políticas, que acaben con él. No es tan difícil, pero para que esa fuerza que podemos tener en potencia sea efectiva, debemos sentarnos, hablar y ponernos de acuerdo, y sería aconsejable hacerlo la antes posible. Que la pereza, la incomodidad de tener que desplazarnos, y otra serie de pegas e inconvenientes que siempre surgen a la hora de organizar una reunión con gentes de diversa procedencia, no sean excusa para no hacer algo por esta fiesta a la que muchos amamos y vemos como se empeñan en hacerla avanzar por el camino que lleva hacia un irremediable fin si no conseguimos ponerle remedio. Al menos que nos quede la conciencia tranquila y que ninguna futura generación pueda echarnos en cara que, pudiendo haberlo intentado, dejamos pasar la oportunidad de poner nuestro granito de arena y frenar su caida.
Al publicarse en diversos blogs este encuentro, cada cual le dio el tratamiento adecuado y que consideró oportuno, se produjo una reacción por parte de diverso medios oficialistas, para los que no existíamos, en las que hubo referencias -alguna no exenta de traslucir un cierto temor, o al menos preocupación- a que algo se cocía en la blogosfera taurina. Paralelamente, a medida que la temporada avanzaba y se producía el 17 de junio la superpublicitada y mediática reaparición de El Mesías- se fueron sucediendo una serie de hechos que no dejaron de ser significativos. Por una parte ciertos bloggers se fueron, o bien desmarcando de esa ruta que, teóricamente, se había emprendido, dejando claro que esa no era su lucha, o bien trataron de mantener una cierta apariencia de credibilidad, algo que poco a poco se les fue haciendo insostenible y terminaron cantando la gallina. Por otra, comenzaron a proliferar como setas una serie de bitácoras que, casualmente, en su mayoría nada tenían que ver con las ya existentes y que por su temática, en algunos casos, o por sus enlaces, en gran parte de ellas, dejaban a las claras de dónde venían y hacia dónde iban, siendo a mi juicio un claro intento del taurineo de sembrar la red con una serie de gentes afines que, mezclándose con los que ya estábamos, propiciasen intoxicar, crear confusión y, además de servir de voceros a sus tesis, dar sensación de que lo que llevan largo tiempo queriendo vender también tiene sus defensores y partidarios. A ello debemos añadir los “espontáneos” que a modo de comentaristas habituales suelen aparecer intermitentemente y, qué curioso, ante ciertos posts que por su temática aluden a asuntos relacionados con determinados toreros y, que a partir de esos momentos, haciéndose más presentes, comienzan a atacar con total virulencia, insultan, descalifican, hablan de manipulaciones vomitivas, tildan de integristas, amargados y biliosos, llaman fascistas, e incluso llegan al ataque personal, soltando toda clase de improperios, a quienes osan dar su opinión en esa dirección de defensa de la integridad de la fiesta.
Todo ésto ha motivado que algo que podía haber sido un arma a nuestro favor, y que en algún momento ha llegado a transmitir cierta zozobra a los taurinos, la fuerza que puede tener una blogosfera unida en la lucha por erradicar en la mayor medida posible el fraude en el mundo de los toros, denunciando todos los abusos, las trampas, las corruptelas y las tropelías que en el se producen, se vea diluido en ese gran caos en el que, aparentemente, nos vemos inmersos cuando dejándonos llevar por personalismos y entrando a trapos que no debemos –yo soy el primero en entonar el mea culpa- damos la sensación de estar cada uno haciendo la guerra por nuestra cuenta y dando una imagen de desunión que a los únicos que perjudica es a nosotros mismos, beneficiando precisamente a los auténticos enemigos de la fiesta. Ante la próxima temporada que ya asoma, y que a nadie con dos dedos de frente se le pasa por la cabeza que no vaya a ser una versión corregida y aumentada de la anterior, pienso que tenemos que hablar. Debemos hablar y establecer una serie de mínimos en los que estemos de acuerdo para hacer frente a los nuevos atropellos que, sin duda, nos tienen preparados. Lo pasado nos debe de servir de experiencia para no cometer los mismos errores; ahora sabemos bastante mejor quién es quien en el mundo de los bloggers y el crédito que merece cada uno. Un amplio abanico en el que encontramos a gente que siempre ha mantenido un criterio y no se ha movido un ápice de una línea coherente en sus opiniones y denuncias, pasando por los que, tibiamente, han ido dando una de cal y otra de arena en función de que sus gustos o sus preferencias se viesen en mayor o en menor medida afectados, hasta llegar a los que descaradamente arriman el ascua a la sardina de los taurinos y del taurineo. Éso por no hablar de los que han utilizado su espacio, retomándolo tras tiempo de inactividad o creándolo, ex profesamente, para, con la excusa de escribir de toros, emplearlo para cuestiones privadas, que poco o nada tienen que ver con la fiesta, como vehículo de agresión a una serie de aficionados respetables, como se ha dado el caso con algunos miembros de La Cabaña Brava y dirigentes de El Toro de Madrid, o lanzar furibundos y desmedidos ataques personales contra otros bloggers como Marcelo Fortín o, más recientemente, Alicia Valdeavero cuyo único delito ha consistido en expresar su opinión.
Pero todavía, insisto, estamos a tiempo, a nada que nos lo propongamos, en poder ser esa alternativa, con la fuerza que nos proporciona esta herramienta, que pueda dar réplica a los que manejan desde dentro los hilos, tienen controlados los medios, condicionan la información y marcan la pauta que más les conviene. Tal vez no seamos tantos como pensamos en un principio, pero sí suficientes como para, si decidimos seguir luchando en una misma dirección, dejarnos oír lo necesario para que muchos de los que intuyen que existe otra verdad completamente distinta a la que les están contando puedan tener una referencia diferente que les acerque a la auténtica fiesta y, al mismo tiempo, hacer notar a los taurinos que ante los fraudes, atropellos, manejos, montajes y otras tropelías al uso que, indudablemente, van a seguir intentando montar, va a existir en frente un grupo de aficionados que no se va a arredrar y estará siempre dispuesto a dar ante esos hechos cumplida respuesta. Pienso que merece la pena intentarlo y que, si lo hacemos, aún contamos con muchas posibilidades de que este espectáculo inigualable que hemos heredado todavía sea salvable, porque con sus dos componentes de siempre: el toro en su integridad y la emoción que conlleva el riesgo de ver como un hombre se juega la vida tratando de crear arte ante una fiera, no puede haber modas, condicionamientos sociales, bulas religiosas o tendencias políticas, que acaben con él. No es tan difícil, pero para que esa fuerza que podemos tener en potencia sea efectiva, debemos sentarnos, hablar y ponernos de acuerdo, y sería aconsejable hacerlo la antes posible. Que la pereza, la incomodidad de tener que desplazarnos, y otra serie de pegas e inconvenientes que siempre surgen a la hora de organizar una reunión con gentes de diversa procedencia, no sean excusa para no hacer algo por esta fiesta a la que muchos amamos y vemos como se empeñan en hacerla avanzar por el camino que lleva hacia un irremediable fin si no conseguimos ponerle remedio. Al menos que nos quede la conciencia tranquila y que ninguna futura generación pueda echarnos en cara que, pudiendo haberlo intentado, dejamos pasar la oportunidad de poner nuestro granito de arena y frenar su caida.
16 comentarios:
Llevas más razón que un santo.
Sobre todo en una cosa, que si somos pocos y entre nosotros nos liamos a tortas, me puedo imaginar lo que se estarán riendo de nosotros todos los taurineadores que seguro que día a día, se pasan por vuestros blogs a "sondear" el ambiente.
Un fuerte abrazo y a ver si entre todos somos capaces de mantenernos unidos y no ponernos chinitas unos a otros.
Lo suscribo en su integridad, con puntos y comas, amigo Beti.
A ver si es posible que lo de Zaragoza en abril el día de la Concurso fragua y hablamos, debatimos, concluimos y ACTUAMOS.
Un abrazo
Pgmacias
En cualquier caso quiero hacer un matiz importante. Asumiendo las culpas que puedan corresponder y pensando que el hablar y el unirse es absolutamente imprescindible, quiero que quede claro que esa posible desunión de la que se pueden estar riendo todos los taurinos y taurineadores no ha sido causada, precisamente, por los que desde el primer momento han mantenido posturas y criterios coherentes y han mantenido una línea uniforme en cuanto a sus opiniones y a mantener unos principios inalterables sobre lo que debe ser la integridad y la pureza de la fiesta. Somos muy dados a mezclar churras con merinas y, al final, nos suele dar igual terminar metiendo a todo Cristo en el mismo saco. Y, tampoco es éso..., a no ser que queramos volver a las andadas a las primeras de cambio.
Un abrazo para los dos.
Siempre es positivo que nos veamos y debatamos entre nosotros las tacticas a utilizar para hacer frente a al poderoso enemigo que tenemos al otro lado de la trinchera.
Somos pocos mal avenidos y lo que es peor, a veces con unas dosis excesivas de protagonismo.Cuando alguien se erige en director del cotarro, ¡hum!, mal asunto.Deberiamos ser un poco acratas y dejar que las ideas fluyan por si solas.
¿Que se me ocurre? ¿Que me gustaria? Que todos los años, al menos una vez, nos juntaramos(desgraciadamente los de siempre), y charlaramos de lo divino y de lo humano. Una especie de congreso, con ponencias de aficionados,donde nos juntaramos con el unico placer de oir la voz de los aficionados que defienden el TORO y la TAUROMAQUIA ancestral.
Un congreso itinerante, a lo largo del pais, organizado cada vez por un grupo diferente de aficionados. Hoy los de Madrid, mañana los de sevilla (si los hay), pasado los maños, luego los extremeños y asi sucesivamente.
¡I CONGRESO SOBRE LA ETERNA TAUROMAQUIA!
Es una idea que tengo en el coco y que de momento no me suena mal.Hay que pulirla, pero creo tiene posibilidades de ser factible.
Es evidente, Urko, que la idea es buena y ojalá que algún día se pueda llevar a la práctica. Sería, ¿qué suda cabe?, un paso adelante y el poner unos cimientos importantes en algo que iba a redundar en beneficio de la fiesta. Pero de lo que, sin descartar para nada tu iniciativa, hablamos ahora es de unir a la gente de los blogs, unificar criterios, para que una fuerza bastante más grande de lo que nos imaginamos y que, si queremos, podemos tener en nuestras manos, no se diluya y se termine por ir al limbo de las buenas voluntades.
Un abrazo.
Suscribo punto por punto lo que planteas, Miguel, y me parece que lo haces en el momento justo para evitar una escalada de conflictos que, como tu mismo aclaras, no han sido propiciados por los que siempre hemos defendido los principios del Manifiesto y no estamos dispuestos a traicionarlos por animosidades personales o por determinadas filias con ciertos toreros, sino por otros.
Es por eso que los ejemplos que citas en tu artículo pueden mover a error porque podría pensarse que algunas de las campañas de difamación paranoica contra algunos de nosotros provienen de aficionados y tienen como base una concepción distinta de la fiesta, cuando la realidad es mucho más primitiva y mucho menos preocupante que esa. El único problema se plantea cuando intelectuales, gente pensante y con una amplia tradición como aficionados, se dejan llevar por las vísceras y no tienen tapujos en cometer las más groseras injusticias solamente porque su ego se ha visto herido y porque su arrogancia los hace actuar de forma inconsecuente con su intelecto. A pesar de todo eso pienso que esos son “salvables”. Los otros, que son pocos e insignificantes, no vale la pena mencionarlos siquiera.
De modo que, que no se alegren tanto los taurinos porque la crisis no es tanta. No comparto enteramente los temores de Jabonero en el sentido que los aficionados andemos a tortas entre nosotros. En los bloggers legibles se nota que, entre los que de una forma u otra se adscriben a la defensa de la integridad del toro, las opiniones no difieren tanto y el tono no abandona los límites de la civilidad, ni siquiera en los mensajes.
Por eso, pienso que tu idea de sentarnos a hablar, prescindiendo obviamente de los casos manifiestos de oligofrenia paranoica, es ilusionante y, para lo que pueda servir, te ofrezco mi más irrestricto apoyo. La idea de Urko, como siempre, me parece muy acertada aunque logísticamente sea complicada. Habría que estudiarlo.
Un abrazo
Efectivamente, hay que reunirse y hablar; (internet tiene sus grandes ventajas pero también limitaciones e inconvenientes). la concurso de Zaragoza creo que puede ser una buen lugar.
Saludos
Estoy totalmente de acuerdo. Hay que unirse, hablar, debatir, compartir ideas.
La idea de Urko de intentar reunirnos todos los años sería algo buenísimo. Lo bueno sería hacerlo cada vez en un sitio distinto, para que no siempre se tengan que desplazar los mismos y para que no siempren organicen el acto los mismos.
Presumiblemente cada año nos reuniríamos prácticamente los mismos, pero si de un año para otro hubiéramos conseguido que se uniera a la reunión y a nuestro grupo alguna persona nueva (¡ójala fueran varias!) algo positivo habríamos sacado de todo esto.
En cuanto a las rivalidades existentes entre nosotros, pido disculpas por todo lo sucedido últimamente, por la parte que me toca, pero como ya sabeís la mayoría de vosotros, me he visto envuelta en todo esto sin quererlo. Es verdad que todo esto puede tomarse como que somos pocos y estamos todos contra todos, pero la verdad es que no creo que esto sea un todos contra todos. Como dice Opsen, no creo que la crisis sea tan grande.
Nosotros, los de los blogs, ya sean únicamente taurinos o de todo un poco, creo que estamos bastante unidos, más unidos de lo que pueda llegar a parecer, pues muchos seguimos unas líneas, unas formas de pensar y unos planteamientos muy similares. Ahora, lo que tenemos que hacer es reforzar todas estas ideas.
La corrida concurso de Zaragoza no sería un mal lugar, pues sería un buen encuentro para todos nosotros, para los aficionados, para los del autobús. Pero si pensamos en reunirnos por entonces, deberíamos movernos YA, o si no, el tiempo se nos echará encima.
Un beso
Marcelo, Javier, Alma, en efecto es a lo que me refería. Yo también creo que la situación real es distinta a la imagen que se está dando, pero precisamente esa es la razón de que sea necesario el sentarse y hablar. Pienso que a lo largo de todo este tiempo ya se ha hecho una criba y sabemos perfectamente por dónde respiramos y de qué pinrel cojeamos cada uno. Yo, al menos y salvo sorpresas de las que nunca estás libre, sé perfectamente a quién enlazo y a quién no me interesa enlazar, por ejemplo. Y es que no me parece de recibo, y ya lo he dicho en más de una ocasión, que estemos tratando de defender la integridad de la fiesta y estemos enlazando en nuestros blogs sitios en los que esta premisa trae completamente al pairo a sus propietarios, a pesar de que incluso alguno tiene la osadía y la desfachatez de colocar el banner con la chapita o el del bog del Manifiesto, o que mantengamos una lucha contra el taurineo y algunas de esas bitácoras sean la expresión más pura y dura del mismo y les hagan el servicio de voceros. Éso por no hablar de los que, abundando más en lo anterior, te llegan enlazando a personajes tan inequívocos como La Lirio, amén de lugares tan poco sospechosos como Burladero o Mundochoto. Todos sabemos dónde están y supongo que tenemos fácil acceso a ellos cuando queramos zambullirnos en sus imparciales (jajajaja) páginas, y a nadie le hace falta que se le facilite el acceso. Y el que no sepa como acceder que se busque la vida. Sabemos, por tanto, con quién se puede contar y con quién no, los que llevamos un camino concreto y los que van a otro pedo distinto, y de lo que se trata es de que los que estamos en esa ruta que preconiza Pedro, nos unamos más de lo que estamos procurando separar el trigo de la paja. Creo que podemos crear cierta confusión si alguien que accede a uno de nuestros blogs, lee lo que decimos y está de acuerdo en la línea que llevamos, después pincha un enlace y se encuentra con alguien que dice lo contrario, o les habla de las excelencias de fulanito y menganito destoreando chotos desmochados, o se da de narices con un post en el que se hecha incienso al atuendo peripatético de otro que, éso sí, tiene un arte que no se pué aguantá. A mi me hubiese gustado que fuera antes, pero seguramente Zaragoza será el dia y el momento en que nos podamos reunir pero, ¡ojo!, vamos entre todos a procurar que no sea más tarde.
Un abrazo para Marcelo y Javier y un beso para Alma. (Aquí todavía hay clases, diferencia y categorías, ¡faltaría más!)
No, si a mí siempre me tocan las sobras. ¿No te jode?
Ahora en serio, querida Alma, no vamos a empezar nuestra relación con una discusión, porque sería muy inconsecuente, de modo que, apelando a mi provecta edad te PROHIBO que me contradigas.
El que reconozcas presuntas culpas te honra pero es totalmente inexacto y no solamente no hace falta sino que es un error. No has tenido culpa de nada y espero que en tu fuero interno lo sepas tan bien como el resto de nosotros, porque esa tranquilidad de conciencia te llevará a seguir deleitándonos con tus interesantísimos baños culturales, con tu excelente estilo y con la originalidad de tus escritos.
Un beso para tí ¡y para nadie más!
Marcelo
Gracias Marcelo. Ya digo, no es que me sienta culpable al cien por cien de lo que pasó, porque yo nunca quise que se creara esa situación. Solamente hablo de "sentirme culpable" a la hora de generar esa idea que puede tener la gente de fuera de que estamos todos desunidos, cuando realmente eso no es así.
Eso si, lo de mi conciencia... bien tranquila está.
Otro beso para ti... y tranquilo, que no sólo te dejamos las sobras.
¡Ah, vale!. Te noto un poco, bastante, pelotillero, Marcelo. ¿Quiere decir que descartados los pompones, tampoco te vas a agenciar el vestido goyesco de César Jiménez?.
En cualquier caso comparto íntegramente tu moción exonerando a Alma de toda culpa porque es de justicia.
Un beso para tí y un abrazo para Alma. O, ¿es al revés?. ¡Joder, yo qué sé!. ¿Te das cuenta?, al final has terminado liándome.
Querido Miguel, los pompones, vale, pero conseguirme un traje de sandwich de mortadela en pan centeno con pasas, me va a resultar bastante más complicado en tan poco tiempo.
Lo del beso era broma. No vaya a ser cosa que nos saquen eso también. Con el de Alma me doy por más que satisfecho. (Sabía que llegaría el momento de mi venganza)
Un abrazote para todos.
Bueno, bueno, eso digo yo, al final sacan esto de quicio también....
Lo del disfraz de mortadela está difícil, eh? Pero lo de los pompones me los pido, eh? Recordad que eran para mi... que para eso soy cheerleader!!!!!!
Un beso para los dos, para que no os pegueís por él ;)
Bueno, después de dos días de abandono y de ser el único culpable de todo el pollo montado, no me queda otra que mostrar mis disculpas a todos por crear una imagen falsa de la amistad existente entre nosotros.
Sé de sobra lo que nos une y lo que luchamos por el camino que verdaderamente creemos que debiera ser el único existente para poder devolver nuestra fiesta por los cauces que nunca debió perder. Sé que remamos "casi todos" en la misma dirección y que a pesar de las piedrecitas que podamos encontrarnos por el camino, nunca vamos a sacar los pies del tiesto y nada, ni nadie, a los fijos, a los que lo tenemos muy calro, nos van a echar a pelear. Así que espero no haber metido mucho la gamba con el comentario y confío en que a lo largo de la temporada, encontremos la forma y el lugar para realizar ese encuentro que, sobre todo a los más jóvenes, nos serviría para aprender muy mucho de gente como vosotros.
Saludos a todos
Amigo, Jabonero. No te eches culpas que en ningún caso tienes ya que no creo que hayas montado ningún pollo. Sencillamente, ha podido haber algunas diferencias de matiz, pero nada más, que además nos han podido servir para centrar un poco lo que se quería decir en el post. Dices bien, y es una observación acertada, que para los que vamos en la misma dirección son muchísimas más cosas las que nos unen que las que nos separan, y éso es lo que verdaderamente importa, con lo que nos debemos de quedar, y lo que, a la larga, nos va a dar fuerza como blogosfera taurina para tratar de hacer algo positivo por la fiesta. Hay, quizá, que planteárselo como una carrera de fondo en la que hay mucha gente cuando se da el pistoletazo de salida y en la que no todos llegan a cruzar la línea de meta. Unos por cansancio, otros por aburrimiento, algunos porque no les va este tipo de carrera, el caso es que los hay que se van quedando por el camino. Creo que nos vale la metáfora porque aquí sucede algo parecido, de hecho ya hay quien ha abandonado, y lo importante, lo que nos tiene que preocupar es llegar al final cuantos más mejor y lo más unidos que se pueda.
Por eso es casi imprescindible la reunión y porque, independientemente de vernos las caras, pasar un buen rato y sacar conclusiones positivas, todos tenemos, sin importar la edad, que seguir aprendiendo y aquí hay gente muy joven como Leticia, Alma y tú, por ejemplo, que tenéis muchas cosas que enseñarnos.
Un abrazo.
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