martes, 27 de mayo de 2008

LÁSTIMA

Fue una pena que, con la proverbial mala suerte que le ha acompañado tantas veces, Frascuelo sólo pudiese ilusionarnos con unos torerísimos doblones por bajo, rematados con un extraordinario trincherazo, para sacarse al segundo saltillo de Ignacio Huelva a los medios en un inicio de faena que, desgraciadamente, estamos ya poco habituados a ver a los intérpretes del actual toreo Una serie con la diestra para echarse la muleta a la zurda y, en el segundo natural, la cogida con la doble cornada. Hay quien achacó el percance a las no excesivas facultades físicas de un hombre que cumple 60 años el próximo septiembre. Alguno lo atribuyó al exceso de confianza del torero y hubo quienes opinaban que se puso en el sitio en que cogen los toros, que es muy distinto al sitio donde topan, porque en el primero, como ha quedado palpablemente demostrado en este caso, los toros que no son tontas del bote acostumbran a herir y a ser certeros. Yo añadiría que, quizá, se dieron cita en el momento en que los astifinos pitones del cárdeno santacolomeño hicieron carne en los muslos de Carlos Escolar esas tres circunstancias que confluyeron y se unieron a una más: el querer seguir sintiéndose toreo de alguien que lo es y al que muy en contadas ocasiones le dejan que pueda demostrarlo.

Y una lástima que la corrida, en la que todavía quedaban por hollar el albero venteño cuatro toros de Cuadri que exigían el carné de torero a quienes se pusiesen delante, quedase en manos de dos sombras vestidas de luces que, por diversas circunstancias nunca supieron, ni pudieron, estar a la altura de los astados que tuvieron en frente. Iván García, afligido y aperreado toda la tarde, quiso poner en práctica el toreo al uso del pegapasismo a unos bichos que pedían otra clase de lidia distinta a la de tirarse el rentoy y echar las tres cartas y el confirmante, Israel Lancho, evidenció una falta de preparación y un exceso de bisoñez que le hicieron desperdiciar un toro de ensueño, el sexto, que, además de bravura y de casta a raudales, exhibió una extraordinaria nobleza y embistió haciendo el avión desde los primeros capotazos. Así están las cosas, al que puede y sabe se le niega el pan y la sal y se le pone en el disparadero de que salga a jugarse las femorales para poder seguir mendigando algún que otro contrato que le permita seguir soñando con dejar, aunque sea a cuentagotas, un poco de su esencia torera, mientras que por conveniencias o cambio de cromos, por rellenar carteles baratos, se hurta a la afición la posibilidad de que cuando, por fin, salen toros auténticos alguien medianamente solvente sea al menos capaz de dar dignamente la réplica. De otros matices de la corrida, que tuvo muchos y variados, de cómo encontré a la plaza de Madrid y de las vivencias, chascarrillos, anécdotas, sucedidos, y el reencuentro con grandes amigos que se fueron acumulando a lo largo de este fin de semana, van a seguir tratando los próximos posts.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues el que salió en 5º lugar tampoco era malo, casi estuvo a punto de venirse al caballo solito una tercera vez cuando ya había cambiado el tercio. Yo le hubiera dejado una tercera entrada sin pegarle. Luego el matador no entendió nada de lo que tenía delante y las cuadrillas no ayudaron tampoco. Al sexto en mi andanada se le piíó la vuelta.
Socrates

BETIALAI dijo...

A mí es que toda la corrida, los cuatro de Cuadri y los dos de Chafik, me pareció interesantísima. Fueron toros que, algunos con sus dificultades, otros con ninguna, de haber caido en otras manos podían haber propiciado un espectáculo inolvidable. Al margen de la bravura y la nobleza del 6ª,y de lo que tú apuntas del 5º, si al 3º se le hubiesen hecho las cosas bien desde el principio, se le hubiese dado la distancia y se le hubiese dejado la muleta puestita, a lo mejor estábamos hablando de otro gran toro. Y dentro del mayor o menor grado de casta que tuvieron, en general fueron unos animales con clara tendencia a irse arriba. Si no lo hicieron todos fue por las lamentables lidias que tuvieron que sufrir.

En fin, como titulo el post, una lástima y una pena, también, no haber podido saludarte en esta ocasión. Pensé darme una vuelta por el patio del desolladero al final de la corrida, pero entre unas cosas y otras terminaron los servicios de limpieza pidiéndonos que desalojásemos los aledaños de la Puerta Grande. A ver si puede ser en la próxima visita que espero poder realizarla con un poquito más de tiempo.

Un abrazo.

javier dijo...

Me alegré de poder saludarte. Una pena no haber podido compartir mas tiempo.
Un abrazo

BETIALAI dijo...

Tempus fugit. Como le decía a Pedro en el comentario anterior habrá más ocasiones y menos apretadas. No obstante, te recuerdo que venzo por 2-0 en cuanto a visitas se refiere y que bueno sería el que intentases estrenar tu marcador no vaya a ser que para cuando quieras reaccionar vayas palmando por una escandalosa goleada. Ya sabes dónde estamos y que te esperamos con los brazos abiertos.

Un fuerte abrazo.