sábado, 26 de julio de 2008

UNO, DOS Y TRES

Van tres de tres. Desde que se inició Lo que se tercie es la tercera vez que por estas fechas tenemos que alegrarnos de un éxito del ciclismo español en el Tour de Francia. Si en 2006 nos emocionábamos con el triunfo de Pereiro y el pasado año celebrábamos la victoria de Contador, en la presente edición, también de amarillo, en lo más alto del podio va estar Carlos Sastre que, con la gran contrarreloj relizada hoy, ha dejado vista para sentencia la prueba más importante del mundo por etapas. Un Tour, el de este año, donde también los escándalos han venido a enturbiar y a poner en entredicho un deporte apasionante que, aunque existe voluntad de depurarlo, aún debe sacudirse algunos estigmas y demasiadas dudas en cuanto a ciertos comportamientos de muchos profesionales, y no, precisamente sólo, de aquellos que se suben a la bicicleta. Cierto paralelismo hay con la fiesta: la sospecha del fraude, la falta de limpieza, la escasa transparencia, que sin embargo en el mundo de los toros casi nadie quiere reconocer y, mucho menos, poner las medidas para entre todos empezar a buscar soluciones. Pero, aunque sólo sea por un día vamos a olvidarnos de las cosas tristes y vamos a alegrarnos con esta victoria de Sastre que, de alguna manera, nos saca la espina ante nuestros vecinos gabachos que hace ya mucho tiempo que nos dan sopas con honda en la temática taurina. Tres triunfos consecutivos y nueve desde que Perico Delgado, en 1988, volviera a ganar para el ciclismo español un Tour que, luego, vería a Miguel Induráin subirse cinco veces al cajón del podio donde sólo tienen cabida los campeones. Y es que nueve triunfos en veinte años en un país donde vivieron durante mucho tiempo la hegemonía de los míticos Gaul, Darrigade, Anquetil, Poulidor, Fignon o Hinault, entre otros, son algo como para estar más que satisfechos.

2 comentarios:

Juan Rodríguez Millán dijo...

Y si nosotros estamos satisfechos, cómo estarán los franceses, acostumbrados a sembrar la sospecha cada vez que un español triunfa en su suelo patrio...

Esto les debe doler más, porque lo de Induráin era un dominio incontestable (que ya intentaron sembrar de sospechas también, por cierto), pero que sean tres corredores distintos los que se han llevado las últimas tres ediciones es formidable.

Lo de Sastre en Alpe d'Huez reconcilia con el ciclismo, deporte que me tenía bastante hastiado, no tengo reparos en reconocerlo...

BETIALAI dijo...

Y lo mejor de todo, Juan, es que el año que viene puden repetir triunfo cualquiera de los tres y que tenemos en la recámara a Samuel Sánchez y Alejandro Valverde para "un por si acaso".

Un abrazo, y paciencia con nuestros peloteros. Todo se andará.