Entre la perplejidad y el asombro, tratando de corroborar que nuestro estado psíquico y mental no se está viendo alterado por la ingesta, consciente o inconsciente, de ningún tipo de sustancia que pueda producir una enorme confusión y sustraer en gran parte la poca capacidad cognitiva que uno supone que aún le queda, comprobando, en más de una ocasión y por diversos métodos para que no quepa duda, que estamos a 10 de mayo y no a 28 de diciembre, al final me tengo que rendir a la evidencia y, éso sí, estupefacto aceptar como cierta la noticia de que el Ministerio de Cultura ha concedido la Medalla de oro de las Bellas Artes a José Tomás.
Claro que tampoco sé muy bien por qué alucino con el precedente que tuvimos el año pasado cuando el mismo galardón recayó en Enrique Ponce y, para rizar más el rizo, en Manolo Molés. Uno creía que ya estaba curado de espantos pero, por lo que parece, va a ser que no y dadas las circunstancia se va mentalizando de que no tendría nada de particular que, antes de que termine su mandato y abandone la Casa Blanca, la Real Academia de las Ciencias de Suecia decida conceder, con un par de huevos, a George W. Bush el Premio Nobel de la Paz. ¡Hay que joderse!.
Claro que tampoco sé muy bien por qué alucino con el precedente que tuvimos el año pasado cuando el mismo galardón recayó en Enrique Ponce y, para rizar más el rizo, en Manolo Molés. Uno creía que ya estaba curado de espantos pero, por lo que parece, va a ser que no y dadas las circunstancia se va mentalizando de que no tendría nada de particular que, antes de que termine su mandato y abandone la Casa Blanca, la Real Academia de las Ciencias de Suecia decida conceder, con un par de huevos, a George W. Bush el Premio Nobel de la Paz. ¡Hay que joderse!.
4 comentarios:
Un tipo, que utiliza como nick el alfa y se firma el alfarero, deja un comentario en el que discrepa con el contenido del post aunque, como suele ser habitual en estos casos, esgrimiendo auténticas imbecilidades y sin la más mínima base argumental. Estoy ya hasta el gorro de estos minudundis que, amparándose en el anonimato y/o utilizando seudónimos que no comprometen a nada, sabiendo que no los conoce ni Dios, tratan de dejar su cagadita en pro del idollillo de pies de barro a quien adoran. Acogiéndome al aviso que aparece tanto en el blog como en la ventana de comentarios me niego a publicar las estupideces vertidas por estos mierdecillas. Espacios tienen, más propicios y adecuados, donde seguramente encontrarán más eco, para seguir rindiendo culto a quien, en sus propias narices, se descojona olímpicamente de ellos y de la propia fiesta.
Ni puto caso Miguel, también pretende intoxicar en otro blog preguntando directamente por uno de mis comentarios...
Sí, ya vi que este mismo pedazo de cretino no debía estar muy de acuerdo contigo con lo que dijiste sobre el "faenón" de Antón Cortés el jueves. Aquí lo tiene claro, él y los que como él pretenden entrar a tocar los huevos. Directamente a la basura que es, por lo general, donde se suele arrojar toda la mierda.
Un abrazo.
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