domingo, 4 de mayo de 2008

Y, ¿CUÁNTAS VAN?

Se pierde la cuenta. Viene a ser una constante, una especie de añadido que se incluye en el precio de la entrada, tanto si ésta se paga a su precio o se adquiere a precios astronómicos en la reventa. Ayer en Jerez se consumó el enésimo percance desde que se produjo su reaparición y José Tomás sufrió una herida de 7-9 centímetros en el cuello. Afortunadamente no se teme por su integridad física y aunque el pronóstico lo han calificado de grave, y algunos han dramatizado hablando de la cercanía de la yugular, lo cierto es que no debió ser para tanto cuando pudo matar al toro y pasar a la enfermería por su propio pie.


Pero, independientemente, de exageraciones o no a la hora de calificar sus accidentes laborales, lo que sí debe ser motivo de reflexión es la impericia del torero para tratar de evitarlos en el ruedo. Si entendemos por torear, entre otras cosas, el que un hombre burle las acometidas de un toro utilizando unos trastos adecuados a tal fin, y aplicando una técnica que le propicie de una forma, más o menos artística, el conseguir salvar esa integridad física a la que nos referimos más arriba, habrá que convenir dadas las circunstancias y constatando lo acontecido desde que El Mesías de Galapagar volvió a los ruedos el pasado junio en Barcelona que este hombre no sabe torear. No somos, ni mucho menos, los primeros en decirlo, fue hace ya mucho tiempo el maestro Alfonso Navalón quien lo advirtió, y así lo dejó plasmado en un acertado artículo, como todos los suyos. Nosotros, simplemente, nos limitamos en este blog a recordarlo.

6 comentarios:

David Valderrama Gutiérrez dijo...

No soy un fan de Jose Tomás, ni un seguidor suyo, pero me parece un tanto "cruel" que se critique, se de caña, a un torero despues de una cornada así. Reprochemosle la tecnica, su forma de torear, sus limitaciones etc...pero dar a entender que esa cornada no a sido nada...es una libertad un tanto exagerada.

Y no quiero abrir con esto un debate para empezar a discutir, si no unicamente dejar mi opinión, hablar de toros. No creo que por decir una cosa, ya se sea malo o buen aficionado.

Muchas cosas las comparto con Beti, otras no, y por eso no pienso que Beti sea un mal aficionado, si no todo lo contrario.

Un saludo!

Anónimo dijo...

Pues yo creo que ese artículo define a un mal aficionado y a un ridiculo seguidor de un gran escritor que escribió muchas veces sin razón. José Tomás es sencillamente un tipo humano excepcional y quien desprecia su valor y la importancia de sus heridas es además mala persona. ¿Es que Pauloba fue un inepto porque un novillo le rompiera el paladar? Se conformará con cualquier torerillo.

BETIALAI dijo...

David, una cornada ¿cómo?. ¿Magnificada hasta el punto de que algunos hablan de que casi le arranca la cabeza, como se vienen magnificando todos los percances de Tomás, Ponce, Cayetano o todos los figurones máxime si son mediáticos?. Y, ¿cruel?. A mi más cruel, por no decir otras cosas bastante más fuertes, me parece para con esta maltrecha fiesta haber reaparecido como lo ha hecho Tomás, para reirse a la cara de los aficionados y encima tener el cinismo y la desfachatez de anunciar a bombo y platillo que venía poco menos que a salvarla.

No tengo ni idea quién coño puede ser, ni qué representa, este sujeto que se firma Cugato, aunque, por supuesto, esto último me lo imagino sin excesivo esfuerzo.. Haciendo una excepción publico el comentario sin aplicar lo establecido claramente en el aviso existente en la ventana de comentarios y resaltado en amarillo a la derecha del blog en cuanto a la no publicación de nada que proceda de personas no suficientemente identificadas. Aunque, la verdad, me da la sensación de que se ha equivocado de espacio y que sus estupideces pueden llegar a tener bastante mejor acogida en alguna bitácora de fondo más rosa y en donde la tomatosis militante toma clara carta de naturaleza.

Anónimo dijo...

Difícil nos la están poniendo, querido Miguel. Ningún aficionado, sin excepción, quiere que a un torero lo cojan y cada vez que ocurre es una auténtica desgracia que esperamos que no se repita. El problema está cuando a un torero lo cogen todos los días. Ahí los aficionados empezamos a preguntarnos las razones. Y si estas son como las que plantea un gran aficionado (aunque tomasista) en su blog, estamos ante un problema serio.

Dice este aficionado, con quien, por cierto, coincido en todo lo demás menos en esto, por lo que quedará sin mencionar su nombre para que no parezca una provocación, “...al diestro de Galapagar poco parece importarle la condición de cada res y se empeña en imponer su tauromaquia a cada astado con el que se cruza, sin importarle su catadura o sus condiciones.” Al parecer la frase está pensada como una alabanza para el torero, a menos que quiera concluir que el diestro efectivamente no sabe torear. Hacerle la misma faena a todos los toros es un error garrafal de principiante y una invitación a la cogida. Que lo haga un novillero desconocedor todavía se explicaría, pero al salvador de la tauromaquia se le exige algo más.

Por último, estoy seguro que no es lo que el propio torero pretende, pero sus seguidores están creando un culto a la inmolación que contradice el sentido de lo que debe realmente ser un torero. A muchos toreros en la historia les han criticado el salir al ruedo a conseguir “palmas fáciles” -el maestro Esplá puede escribir un libro al respecto-, pero hasta ahora no se había dado el caso que un torero compareciera a causar lástima. José Tomás, por lo visto, está por encima de toda crítica porque lo cogen todas las tardes. Entrar a dar más explicaciones sobre un fenómeno tan antitético con la fiesta de toros sería ofender el buen juicio de los que entienden, y tiempo perdido ante los que han reemplazado los principios de la tauromaquia por la adoración a un torero.
Un abrazo

BETIALAI dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, Marcelo. Tus conclusiones, las de Alfonso, las mías y las de cualquier aficionado cabal, o las de todo aquel que no se deje engañar y sugestionar por la histeria colectiva craeda en torno a un falso idolillo con pies de barro, vienen a ser las mismas. Yo tampoco creo en los suicidas que, irresponsablemente, se prestan a inmolarse en público tarde tras tarde y sí he visto muchas cogidas propiciadas por la torpeza e impericia de algunos toreros que, haciendo gala de una alarmante falta de técnica, y un desconocimiento de la lidia adecuada a dar a su oponente, dejaban lo suficientemente claro que no sabían torear.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Me parecen bien todas las opiniones expuestas con educación y respeto, aunque no las comparta, y desprecio, y repulso, todas aquellas que se limitan a insultar amparadas en el anonimato o en pseudónimos que no identifican a nadie.
Sr. Valderrama, está usted en su pleno derecho -¡faltaría más!- de tener su propia opinión de José Tomás, o de quien guste, e incluso de poner un comentario al respecto, pero no a poco menos que calificar de cruel a quien ha tenido la valentía de decir en su blog lo que siente, que, además, es la propia realidad compartida por muchísimos aficionados entre los cuales me cuento. Que la cornada se ha magnificado es una realidad y, si no, ahí están los hechos para demostrarlo. Con independencia de que tras la cogida pudo matar al toro, cortar la oreja y dar la vuelta al ruedo e ir por su propio pie a la enfermería, lo cual sucedió el 3 de mayo, debe usted saber que el pasado martes, día 6, al medio día, fue dado de alta y salió de la clínica Los Álamos. En total ha estado ingresado menos de 3 días. ¿Me puede usted decir si la gravedad ha sido lo que han pretendido algunos medios de comunicación?. ¡Ah, ya! que pudo haber sido mortal ¿no? ¡por supuesto! (y una vaquilla mató a uno que todos sabemos), pero no fue así y aprovechar tal circunstancia para impresionar al personal es dramatizar, o eso opino yo también.
Por otra parte he de decirle que la vuelta de “el Mesías”, en la que la mayoría de los aficionados pusimos ilusión, en mi opinión ha sido un total fiasco: plazas escogidas, compañeros escogidos, toros -¿o debo decir novillos?- escogidos y, por si fuera poco, manipulados groseramente, prensa -taurina y no taurina- a su servicio, publicidad engañosa, propaganda subliminal … y todo ello … ¿toreando gratis?. Según se dice en Madrid no toreó la goyesca porque pidió casi 500.000 € y luego, por intervención (interesada políticamente) de la presidenta de la CAM, el Choperita le contrata 2 tardes (y si no, no hay prórroga) según radio macuto a algo más de 800.000€ el doblete, Bilbao no le contrata porque no le dan los más de 350.000 que pide, y, en las plazas de 2ª toreando a una media de los 200.000 por tarde, ¡altruismo puro y duro! ¡ah! y por supuesto sin TV … ¿no será que no quiere que se vean los toros que lidia y sus carencias actuales?, porque sí, carencias, falta de mando, de dominio … y por eso le cogen tanto. Torear no es hacer el Don Tancredo.
¿Es esa la regeneración que iba a traer a la maltrecha fiesta?
Por último Sr. Valderrama, tiene usted un blog ¿no?, pues en ese escriba lo que le de la real gana, pero si entra en otros, hágalo con un mínimo de respeto y no metiéndose con quien le ha dejado un espacio.
No sé quien es cugato, pero por su comentario, sé perfectamente lo que es.
LUPIMON