Dormí bien, aunque sería más exacto decir como un ceporro, por lo que los buenos propósitos de llegar para el apartado se quedaron en simple proyecto. En Donde Leo se habían ubicado ya Alicia Valdeavero y Javier Salamanca que, en principio con la misma idea y aunque fueron más madrugadores, se encontraron la correspondiente cola a todas luces disuasoria. Cambiamos de estación para hacer tiempo, aunque la verdad no supuso un gran esfuerzo de andar porque nos trasladamos a Puerta Grande en la acera de enfrente, donde llegó Carlos Palmeiro “Cota”. Apenas saludarnos se puede decir que empezamos a taurinear, algo que ya habíamos anunciado que íbamos a hacer de forma feroz, amén de conspirar e intentar denigrar la fiesta a lo largo del fin de semana. Y, es que entró un personaje, encorbatado él, con aire de cierto despiste, al que de inmediato, buen fisonomista, reconoció Javier. ¿No es éste el apoderado de José Tomás?. El caso es que el tipo de la corbata, al ver que en nuestro corrillo se hablaba de toros, fue cambiando de ubicación hasta ponerse a nuestro lado, quizá en un intento de pegar la oreja y pulsar el ambiente. Salamanca le facilitó las cosas y tras preguntarle si era Salvador Boix, a lo que el interpelado contestó afirmativamente, le entró de frente y por derecho inquiriendo cómo iban a ser los toros a lidiar por El Mesías de Galapagar en sus próximos compromisos venteños. Al yo creo que los del día 5 vienen bien y no habrá problemas y los del día 15 más o menos en la misma línea, siguió un parlamento de nuestro amigo de la Asociación El Toro de Madrid en el que le vino a decir que sería bueno que así sucediese, en primer lugar por el prestigio del propio torero y en segundo porque el aficionado cabal estaba hasta el gorro de que le tomasen el pelo. Con la intención de crear una cierta distensión en la charla decidí cambiar de tercio y, haciendo constar mi condición de donostiarra, me interesé por la pertinaz discriminación negativa que hacía el místico a las plazas norteñas y, tras no recibir ninguna respuesta excesivamente convincente, quise saber si, como se afirma en Vitoria, su ausencia en la Feria de La Blanca era debida a que, finalmente, se había comprometido a torear en la Semana Grande de San Sebastián. Posiblemente nunca debí hacer esa pregunta, porque al hombre le entraron las prisas y dejando más de media caña en el vaso pidió la cuenta y salió escopetado como alma que lleva al diablo. Simpático y educado este muchacho catalán que si, en lugar de dedicarse a los menesteres que ejerce en el mundo taurino, pisase el albero vestido de luces no iba a tener precio a la hora de meter el pico.
No eran necesarias las explicaciones a ciertos asuntos desagradables que se vivieron en las últimas fechas, pero nos las dimos, y en ello estábamos Carlos Cota y yo cuando comenzó a llegar la gente que sí pudo acudir al apartado. Carlos “El Niño de las Ventas” que, ante un compromiso familiar de última hora de Javier Sáenz, se convirtió en el anfitrión oficial de la comida que habían organizado los amigos de Toro, torero y afición, precedió a Costillares, Pedro García Macías, Zambrano y Álvaro González Martín. Llegó Leticia Ortiz, inmersa de lleno en los últimos exámenes que la llevan directamente al final de una brillante carrera y a un futuro que seguro va a ser envidiable, con lo que banda estaba al completo. Besos, abrazos, risas y, sobre todo, la alegría de que un año después de que bastantes de nosotros nos pusiésemos caras volvíamos a reunirnos muchos de los que a través de los medios que hemos tenido a nuestro alcance, de alguna forma, hemos seguido una misma línea de compromiso con la fiesta sin desviarnos un ápice en nuestras convicciones y sin caer en otras veleidades, ni en ningún otro tipo de intereses ajenos a defender su integridad por encima de todo. Algún alma caritativa propuso, antes de irnos a comer, que para que todo el mundo, incluso los pobres diablos que vierten basura, fuese dichoso nos hiciésemos unas testimoniales fotografías con el mayor revendedor del reino, pillándole en flagrante delito. Si será buena persona Pedro que posó pacientemente con todos aquellos que quisimos sumarnos a la pantomima.
4 comentarios:
Beti, me siento especialmente sucio ya que me aproveché, una vez más, del bueno de Pedro.
Además, también medré para conseguir nuevos contactos vía Javier Salamanca. Creo que, para el año que viene, no me van a faltar entradas y podré ir a comer cocido a varias ganaderías de prestigio sin tener que contar con Pedro, al cual, dejo oficialmente de lado.
Ahora en serio, un lujo de día con un buen grupo de buena gente.
Gracias a todos.
Lamentar sólo la falta de tiempo. Pero se repetirá más veces, la próxima ¿en la Feria de Otoño?.
Lo entiendo Álvaro, yo ya cumplí mi parte de tu camino y te dejo en buenas manos, pero fíjate con el "sitio" que ya había conseguido nada más "dejarme" tú para los victorinos sólo conseguí una fila 7 de la andanada del 5, donde por cierto estuve bien acompañado por aficionados de la peña Victorino de Guadalajara y otros de Arnedo...Todo un lujo estos ratos pasados el viernes y el sábado....que por supuesto repetiremos en otras zonas y en otros lugares.
Un fuerte abrazo a todos y espero haberos atendido como os mereceis...gracias por ser como sois y por aliviarme y ayudarme en conseguir poner el cartel de "No hay billetes"
Pgmacias
Gracias a ti, Pedro, por ser un ejemplo a seguir como persona y como aficionado.
Publicar un comentario