Echó a andar la edición número 56 del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Este año, su arranque, nos ha deparado, además, de las llegadas de Woody Allen y Pedro Almodóvar, las presencias de Antonio Banderas que, acompañado de Melanie Griffith, recibió el premio Donostia en reconocimiento a una
carrera que le ha convertido, de momento, en nuestro actor con mayor proyección internacional de todos cuantos han sido a lo largo de la historia en el mundo del cine, y la de Javier Bardem, recientemente oscarizado en Hollywood y galardonado con el Premio Nacional de Cinematografía. Habrá bastantes más visitantes que, como todos los años, repartirán glamour a orillas de La Concha. Como, por ejemplo, Meryl Streep que tras cinco intentos fustrados recibirá este 2008 su premio Donostia finalmente. Setenta películas y mucha gente guapa se enseñorearán de la capital guipuzcoana hasta el próximo sábado, día en el que, como casi siempre con polémica, conoceremos los premios de la presente edición. Y como novedad este año estrenamos alfombra. Atrás ha quedado esa alfombra roja por la
que desfilaban las celebridades camino del Kursaal o del Victoria Eugenia, siendo sustituida por la que ya todo el mundo conoce como rosa capote. Capote de torear, naturalmente; un guiño al mundo de los toros que no es el único, porque ya desde hace mucho tiempo al tradicional desfile de estrellas a lo largo del tapiz de quita y pon colocado al efecto se le denominaba popularmente con el nombre de paseíllo.
carrera que le ha convertido, de momento, en nuestro actor con mayor proyección internacional de todos cuantos han sido a lo largo de la historia en el mundo del cine, y la de Javier Bardem, recientemente oscarizado en Hollywood y galardonado con el Premio Nacional de Cinematografía. Habrá bastantes más visitantes que, como todos los años, repartirán glamour a orillas de La Concha. Como, por ejemplo, Meryl Streep que tras cinco intentos fustrados recibirá este 2008 su premio Donostia finalmente. Setenta películas y mucha gente guapa se enseñorearán de la capital guipuzcoana hasta el próximo sábado, día en el que, como casi siempre con polémica, conoceremos los premios de la presente edición. Y como novedad este año estrenamos alfombra. Atrás ha quedado esa alfombra roja por la
que desfilaban las celebridades camino del Kursaal o del Victoria Eugenia, siendo sustituida por la que ya todo el mundo conoce como rosa capote. Capote de torear, naturalmente; un guiño al mundo de los toros que no es el único, porque ya desde hace mucho tiempo al tradicional desfile de estrellas a lo largo del tapiz de quita y pon colocado al efecto se le denominaba popularmente con el nombre de paseíllo.
1 comentario:
El festival en rosa capote, el paseíllo; la Davis en la plaza de toros de Las Ventas, los tenistas en torero... Da gusto escuchar y ver estos pequeños pero grandes detalles.
Siempre me ha encandilado la riqueza de recursos lingüísticos del mundo taurino, pienso que es uno de los "enganches" o "conexiones" desaprovechados para acercar a la gente a conocer este fascinante mundo de los toros
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